lunes, 19 de octubre de 2009

Burn After Reading (Quemar Después de Leer)


Título: Burn After Reading (Quemar Después de Leer)
Año: 2008/ 96'/ EE.UU.
Dirección: Joel Coen y Ethan Coen
Guión: Joel Coen y Ethan Coen (basada en la novela de Stansfield Turner)
Música: Carter Burwell
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Reparto: George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Tilda Swinton

Hablar de una película de los hermanos Coen significa valorar a dos directores y guionistas que, a lo largo de su carrera, han contribuido a un lenguaje cinematográfico nuevo, en ocasiones discutible pero siempre reconocible y valorable.
En esta ocasión se reúnen de un reparto de infarto en el que destaca un genial Malkovich (Osbourne Cox) y un resolutivo Brad Pitt (Chad Feldheimer) que recuerda la versatilidad de algunas interpretaciones suyas como Twelve Monkies (Doce Monos. Terry Gilliam/1.995)
En esta ocasión los Coen se sumergen en una cinta con un guión elaborado y de peso que recuerda, salvando las distancias, a la acidez de las críticas al american way life de la genial Happiness (Todd Solondz/98).
La trama camina entre personajes paranoicos y ridículos a través de una deconstrucción ligera y sin pretensiones del género del espionaje. A través de un enredo bien hilvanado se destila un sentimiento sobre la aparente inutilidad de instituciones tan sacrosantas en el imaginario norteamericano como la CIA. Pero, además de eso, que es lo más obvio, parece que el guión no quiere detenerse ahí y continúa hurgando en aspectos que parecen en crisis. Prácticamente todos los personajes traicionan y son traicionados. Cada uno se mueve por su propio y exclusivo interés. Algunos legítimos, otros paranoides, pero parece destilarse la idea de una sociedad descompuesta por la falta de criterio y de un norte perdido hace tiempo en la búsqueda de lo fácil y lo accesible.
Esta comedia que quizás no esté a la altura del remake Ladykillers (2004), pero parece lo suficientemente interesante para no haber desmejorado el singular recorrido de los Coen.
La banda sonora del varias veces colaborador Burwell es muy interesante.
Lo mejor: Reparto. Mención especial de Malkovich
Lo peor: La ligereza de la comedia dispersa las certeras críticas.
Recomendable.



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