lunes, 31 de mayo de 2010

Kynodontas (Canino)


Título: Kynodontas (Canino)
Año: 2.009/ 94'/ Grecia
Dirección: Giorgos Lanthimos
Guión: Efthymis Filippou, Giorgos Lanthimos
Música:
Fotografía: Thimios Bakatatakis
Reparto: Christos Stergioglou, Michelle Valley, Aggeliki Papoulia, Mary Tsoni

Tenía curiosidad por un guión tan inquietante como éste y por los premios que el film cosechó. Lo cierto es que la originalidad de la narración supera con creces las expectativas. Durante el visionado recordé varias veces las películas de Michael Haneke, no sólo por el ambiente opresivo sino también por el predominio del color blanco y de esos espacios tan quirúrgicos que Haneke usó en alguna de sus películas. Desde ese punto de vista, el largo de Lanthimos consigue desde el primer minuto transmitir la claustrofobia que encierra toda la historia.
Esa originalidad de los planteamientos va alcanzando mayores porciones de interés a medida que la cámara, de forma fría y descarnada, nos presenta la vida de los habitantes de la casa. Memorables son los enredos con los que los padres de la familia consiguen mantener las ideas de sus hijos con respecto al mundo exterior.
Me llamaron mucho la atención, también, las similitudes entre algunos puntos de este guión con la de The Village (Shyamalan, 2.004) aunque existe una diferencia fundamental tanto en cuanto la de Lanthimos dirige la mirada a los aspectos más psicológicos de los personajes dejándonos a merced de unos decorados que no nos distraen ni un segundo. Por no haber ni existe, apenas, banda sonora.
La película mantiene el interés y camina con acierto y valentía por un terreno complicado de filmar, no existen mayores apoyos que el guión y los actores, algo que es, desde luego, muy meritorio. Ante el desafío, el largo sale con nota porque tanto el guión como los actores están a buen nivel.
Quizás hubiéramos preferido un punto más de reflexión acerca de las causas que desencadenaron la trama, o las consecuencias. Sin embargo no se hace ninguna concesión a la galería, el desenlace, también muy Haneke, no se despega ni un milímetro de los planteamientos iniciales. Pedir más podrái ser legítimo, pero pediríamos otra película. La que Lanthimos nos propone tiene unas evidentes virtudes que acallan un poco las ganas que nos quedan de preguntarle más cosas al guión. Pero es lo que es, para bien y para mal.
Lo mejor: El guión
Lo peor: Vacíos que quedan sin cubrir
Interesante y recomendable




sábado, 29 de mayo de 2010

No Sos Vos, Soy Yo


Título: No Sos Vos, Soy Yo
Año: 2.004/90' Argentina
Dirección: Juan Taraturo
Guión: Juan Taratuto & Cecilia Dopazo
Música: Diego Grimblat
Fotografía: Marcelo Iaccarino
Reparto: Diego Peretti, Soledad Villamil, Cecilia Dopazo, Hernán Jiménez

Esta cinta de Taraturo logra momentos de verdadera comedia, especiales son aquellas en las que Marcos Mundstock realiza un buen trabajo en el rol de un analista recordándonos sus actuaciones inigualables con los Luthiers.
Hay muchas cosas que recuerdan a las buenas películas argentinas de los ochenta con deliciosos guiones. Eso es lo bueno y lo malo de este largo, para empezar, el personaje principal está lo suficientemente bien construido para mantener la tensión a lo largo del metraje. Otra cosa es su originalidad, desprende un cierto aroma a Woody Allen, unas ciertas maneras de torpe empedernido carne de psicoanalista que resuenan en la memoria.
Soledad Villamil en el papel de su mujer no alcanza una interpretación tan redonda como la oscarizada El Secreto de sus Ojos, 2.009 Campanella, en la de Taraturo existen algunas escenas en las que no está altura. Hay que decir en su descarga que el guión guarda las peores líneas para ella y existen dos o tres escenas que el montador debiera hacer desaparecer.
Se hace largo el film por la previsibilidad que encierra todo el asunto. Los cambios psicológicos a los que se enfrentan los personajes, además de intuidos con demasiada facilidad, no tienen causas suficientes para ser interpretados, algo que hay que manejar muy bien en estructuras narrativas como ésta.
Encuentro, sin embargo, que los secundarios están mejor trazados y hacen mucho más soportable este metraje que, con mejor guión y una pizca de originalidad, hubiera alcanzado mayores cotas.
En el haber del film juega la mejor idea que posee el guión, el hecho de que los paraísos perdidos no existen, y los milagros tampoco; la defensa de la cotidianeidad y de ciertas formas socráticas de búsqueda de la propia naturaleza es lo más aprovechable de la historia.
Lo mejor: Marcos Mundstock
Lo peor: Falta de originalidad
Interesante




martes, 25 de mayo de 2010

Berlin is in Germany


Título: Berlin is in Germany
Año: 2.001/91'/ Alemania
Dirección: Hannes Stöhr
Guión: Hannes Stöhr
Música: Florian Appl
Fotografía: Florian Hoffmeister
Reparto: Jörg Schüttauf, Julia Jäger, Tom Jahn, Edita Malovcic

De Hannes Stöhr me agradó bastante su último trabajo Berlin Calling del 2.008. En esta ocasión he podido ver el trabajo con el que se dio a conocer internacionalmente. Berlin is in Germany es una retrato a través de un personaje de la caída del muro y la fusión entre las dos Alemanias. Frente a los abrazos y parabienes de casi todo el mundo, este drama presenta otra mirada al tema ejemplificada en quienes no sacaron mucho beneficio de aquella unión, es más, hasta les viene a dar igual.
Se centra la cámara en un personaje un tanto minimalista que no está muy definido por un guión que camina dando tumbos sin acabar de elegir profundizar en alguno de sus aspectos. No acaba de ser una mirada al lumpen resultante de los antiguos trabajadores de la RDA marginado por la nueva realidad. Tampoco acaba siendo un drama familiar porque no es ese el aspecto por el que se apuesta en el largo.
Esa indefinición estropea un tanto las posibilidades de esta producción que no aprieta y por ello no da el salto para convertirse en algo más.
Hay una pose intelectualoide que no se rellena con nada más que con una especie de vivir cada día que no acierta a matizar ninguna de las cosillas que por allí aparecen.
Hay demasiados personajes sin determinadar, especialmente, los secundarios. La mujer del protagonista no sabemos a qué acaba apostando porque no se nos da ninguna idea de cómo ve la vida y las cosas, simplemente está. Pero lo mismo ocurre con la hermosa Edita Malovcic/Ludmila que pulula por las escenas sin saber muy bien por qué ni para qué. Pero es que lo mismo sucede con el resto de personajes que no acaban de dar el contrapunto al principal ni de ahondar en ninguno de los temas.
No obstante hay cierto interés en la trama por su mirada original y personal de un momento clave de la historia reciente, sin llegar a enamorar.
Lo mejor: Minimalismo narrativo
Lo peor: Un guión desaprovechado
Pasable
Ahí os dejo el trailer para que perfeccionéis el alemán



lunes, 24 de mayo de 2010

The International


Título: The International
Año: 2.009/118'/ USA
Dirección: Tom Tykwer
Guión: Eric Singer
Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek, Tom Tykwer
Fotografía: Frank Griebe
Reparto: Clive Owen, Naomi Watts, Armin Mueller-Stahl, Ulrich Thomsen

No tiene nada de especial esta producción. Un poco más de lo mismo de los últimos thrillers que se ven venidos de USA. De Tom Tykwer me han encantado cosas como Run, Lola, Run (Corre, Lola, Corre 1.998) y otras me han producido mareos como Das Parfum (El Perfume, 2.006), así que todavía estoy por decidir si sí o si no. En esta ocasión me parece que tiene lo suficiente para poder salvar su trabajo y que el problema acaba siendo, como tantas veces, de guión.
Con la que está cayendo parece que los guionistas se han apuntado al sentir general y nos están presentando historias en las que los malos malísimos ya no son los muyahidines, los terroristas de aspecto árabe y/o creencias musulmanes y los franceses por su negativa a apoyarles en el lío que han montado con Iraq, el petróleo y esas cosas de Bush hijo. Ahora, lo lógico es que los malos de sus películas sean los ejecutivos de los grandes bancos y las grandes empresas que han originado este pequeño caos del que no acabamos de salir y que ha llevado a mucha gente a perder ahorros y trabajo, eso cuanto menos.
Es prevesible que haya por ahí guionistas escondidos preparando historias en las que un golfista de ascendencia afroamericana esté preparando alguna hamburguesa asesina con la que amenazar el status quo y la libertad del mundo libre.
Me causa un profundo desasosiego mental el que me cuenten que hay ejecutivos de cuello blanco que se reúnen por las noches para comportarse como los enemigos de Batman y de Spiderman en los comics originales, me parece tan previsible que el punto de mira se dirija ahora a bancos y corporaciones que hasta me parece un tanto tierno.
Dentro de ese modo de mezclar cine y política que tienen los guionistas de Hollywood, es curioso observar que la obamanización de sus guiones pasa también porque los países europeos estén más cerca y merezcan algunos minutos de gloria.
Todo esto parece tan efímero que me da la sensación de que en vez de ir al cine estoy asistiendo a un pase de modelos de unas cosas que nadie va a vestir y que en todo caso da igual porque el año que viene ya no se llevará el color marrón en los guiones, se llevará el azul marino.
Tan lejos de la búsqueda de esas grandes historias atemporales y universalizables que han dado las grandes películas que han hecho enorme al cine que sólo podemos esperar a que esta moda de las modas en los guiones escampe un poco y podamos ver historias que realmente interesan.
Una cinta a lo James Bond no me justifica que esto suene a precocinado y que el malo malísimo sea tan malo malísimo con la deuda, los bonos y demás como el bueno buenísimo sea tan bueno buenísimo en todo. Que la vida no es así, que los matices son necesarios.
Lo mejor: Clive Owen
Lo peor: El guión
No recomendable






domingo, 23 de mayo de 2010

Mataharis


Título: Mataharis
Año: 2.007/ 95'/ España
Dirección: Icíar Bollaín
Guión: Icíar Bollaín, Tatiana Rodríguez
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Kiko de la Rica
Reparto: Najwa Nimri, Nuria González, María Vázquez, Tristán Ulloa

Una película bien trazada en la que existen varios intereses, para empezar, un atractivo reparto en el que destaca la siempre sólida Najwa Nimri. Existe un interesante trabajo de deconstrucción a la hora de presentarnos unos personajes que circulan como antihéroes en un mundo en el que el cine suele caracterizar personajes monolíticos.
Por Mataharis circulan personas de carne y hueso que sostienen una historias que le dan agilidad y dulzura a la trama.
No obstante, no comparto el punto de vista del guión aunque es sólido y la producción técnicamente más que correcta. Evidentemente no es la pretensión de sus guionistas quedarnos en una película detectivesca sin más. Ninguna de las historias de investigación que se cuentan alcanza el protagonismo necesario en ese sentido como para ocupar el centro de la atención. El centro de la misma lo juegan, está claro, las vidas de sus protagonistas y la relación que viven entre su trabajo y su vida personal.
Es, para mi gusto, una película intimista en la que la psicología femenina y la visión que de ella tienen sus responsables ocupa el centro medular de la producción, sin lugar a dudas.
Y en este tema, en el medular, es en el que el guión realiza una apuesta decidida por contar cómo esas mujeres sufren o disfrutan de su condición de mujeres hagan lo que hagan. Podrían ser toreras, bomberos, presidentas de gobierno o detectives, la cuestión importante y fundamental es que son mujeres y como lo son, sus trabajos y sus vidas se ven alteradas por esa realidad biológica, son mujeres.
Existen lugares en los que se hablan de las profundas diferencias entre la psicología femenina y la masculina, que la orientación, que la espacialidad. En el fondo son diferencias menores que pueden quedar acalladas o anuladas totalmente en virtud de lo verdaderamente clave que es el ambiente en el que una persona se desarrolle. Eso es lo que es vital siempre y cuando la información previa al nacimiento no sea lo suficientemente determinante como para cambiar el ambiente como condicionante primordial. Para mí es el factor ambientalista el que determina a la gran mayoría de las personas. Y por eso creo que no existe mayor diferencia significativa entre hombre y mujer que la educación y el entorno en el que se han movido. No creo que el hombre sea más sensible que la mujer ni viceversa, existen individuos concretos que son de una determinada manera independientemente de que se vistan como una cosa o como la otra.
Mataharis defiende que, como mujeres, sus vidas están condicionadas de forma casi ineludible por ese hecho, y ese dato determina el destino de sus sentimientos, acciones y sus planteamientos vitales. Para resaltar ese punto, central en el largo, los hombres aparecen como clichés poco matizados que, sencillamente, corroboran esa tesis. Lo importante es demostrar que una mujer, haga lo que haga, es, ante todo, mujer.
Considero que deben existir mujeres lo suficientemente frías y calculadoras para llevar a cabo cualquier trabajo que se propongan sin necesidad de que se arruine su esfuerzo por las supuestas debilidades de ser mujer, y creo que existen hombres a los que les pasará lo contrario.
Cualquier generalización es falsa y Mataharis presenta una que me parece un tanto peligrosa.
De todos modos esa falta de sintonía con el mensaje del largo no me hace dejar de ver los aciertos que el film presenta. Especialmente la naturalidad de unas actrices bien dirigidas y de una historia original y bien engarzada que se narra de forma correcta.
Lo mejor: Najwa Nimri
Lo peor: Aire a telecomedia
Pasable




Valentine's Day (Historias de San Valentín)


Título: Valentine's Day (Historias de San Valentín)
Año: 2010/124'/ USA
Dirección: Garry Marshall
Guión: Katherine Fugate, Abby Kohn, Marc Silverstein
Música: John Debney
Fotografía: Charles Minsky
Reparto: Ashton Kutcher, Julia Roberts, Jamie Foxx, Anne Hathaway

Insulsa y desaparecida película de raquítico guión. Es un verdadero ejemplo de no decir nada pretendiendo justificar la producción única y exclusivamente en la coralidad de famosos que pueblan sus anodinas y poco inteligentes historias. Para acabar de rematar el producto, pocos son los actores que realizan un trabajo decente en este entuerto, es evidente que ser una estrella en Hollywood es completamente independiente al desempeño personal como actor o actriz.
Garry Marshall no mejora su carrera que está poblada de título menores y otros infumables, aunque lo que sigue siendo más preocupante en este título, como en la inmensa mayoría de las comedias facturadas en Hollywood en los últimísimos años, es el guión. Da la sensación de que las copias de las películas de los clásicos de la comedia estadounidense se han agotado y los pobres guionistas ya no tienen acceso a aquellas joyas para poder aprender un poco de su oficio.
Por si fuera poco el estilo narrativo a lo Arriaga es penoso, historias desperdigadas que se van entremezclando de forma tan pueril y falto de profundidad que hasta produce sonrojo.
El lema de esta fallida película es que el amor siempre triunfa, a toda costa, incluso a la fuerza de que la gente se vuelva incoherente o esquizofrénica, el tema es que el amor debe triunfar. Además, advierte el espectador que el amor del que se está hablando tiene mucho más que ver con la vertiente horizontal del mismo que con asuntos de mayor calado que hicieran saltar las neuronas del equipo de guionistas.
Semejante desperdicio no posee ningún aliciente que ir tachando actores y actrices de una lista de los más famosos comprobando que el resultado final de esa lista también tiene mucho de sospechoso.
Lo mejor:
Lo peor: El resto
Recomendable no verla.





sábado, 22 de mayo de 2010

Retorno a Hansala


Título: Retorno a Hansala
Año: 2.008/ 95'/ España
Dirección: Chus Gutiérrez
Guión: Chus Gutiérrez, Juan Carlos Rubio
Música: Tao Gutiérrez
Fotografía: Kiko de la Rica
Reparto: José Luis García Pérez, Farah Hamed, Antonio de la Torre, Fatima Andah

Correcta e interesante producción. Un guión con pocas fisuras sirve de base para alcanzar unos buenos resultados en torno a un tema difícil y con medios más bien escasos. Sin embargo el buen hacer de todo el equipo consigue transmitir lo que persigue y de eso se trata.
Se utiliza la estructura de una road movie para contarnos una historia que simboliza el camino que debería realizar la sociedad española para comprender a su vecino del sur. El conocimiento del otro es necesario para no caer en los errores que históricamente se han cometido, especialmente en Europa.
Hay teorías, incluso filosóficas y que han gozado de una buena salud, intentado realizar una lectura del otro como chivo expiatorio que encarna todos los males y sirve como elemento aglutinador en la construcción de la propia identidad.
La apuesta de Chus Gutiérrez es especialmente inteligente y valiente. Sólo a través del conocimiento del otro puede llegar la posibilidad de eliminar los prejuicios y la apertura del diálogo. Sólo la simpatía, que algunos entendieron como prerrequisito de la moral, puede hacer que las barreras con el otro se abran.
La trama está especialmente bien hilvanada convirtiendo ese crecimiento interior del personaje en una catarsis de su propios demonios y de enriquecimiento a través de un cambio en la escala de sus valores.
Entre las cosas menos buenas del largo hay que destacar un problema que es inherente a estos guiones de conversión y crecimiento personal. La evolución del personaje principal puede parecer un tanto atropellada y exagerada a tenor de lo que vemos en la pantalla, los guiones deben elegir muy bien lo que cuentan y cómo lo cuentan para que esos cambios psicológicos que se producen en los personajes no parezcan milagrosos y hasta ridículos. Por eso es un acierto en este largo que se den detalles de la vida personal de Martín, interpretado por un correcto José Luis García Pérez, para poder hacer que la transiciones en el personaje no sean atropelladas y sin sentido.
Lo mejor: La dirección
Lo peor: La poca convicción que transmiten algunos actores. Las prisas del guión por querer cerrar las tensiones.
Interesante.




viernes, 21 de mayo de 2010

Edge of Darkness (Al Límite). El cuarto Misterio de Fátima


Título: Edge of Darkness (Al Límite)
Año: 2.010/ 117' / USA
Dirección: Martin Campbell
Guión: William Monaham
Música: John Corigliano
Fotografía: Phil Meheux
Reparto: Mel Gibson, Ray Winstone, Bojana Novakovic, Danny Huston

Esperemos que el remake que está preparando Martin Campbell de The Birds (1.963) de Hitchcock ofrezca algo más porque lo que es hasta ahora su carrera no es de las que hacen saltar lágrimas, Edge of Darkness tampoco. Para mí es una suerte que Mel Gibson se haya prodigado últimamente como director, me parece que en esta faceta ha encontrado mayor éxito que como actor. En esta producción da buena cuenta de un encasillamiento que no ha ayudado a que pueda presentar una tarjeta como actor demasiado digna, algo que se está encargando de ofrecer como realizador sin lugar a dudas.
Edge of Darkness tiene los aciertos y los fallos de una película que está claramente encasillada en un género como éste. Las películas cuyos guiones apuestan por teorías conspiratorias ofrecen un repertorio tan cargado de los mismos tópicos que todas suenan a huecas al primer contacto. El primer error y el más burdo es el maniqueísmo con el que son presentados los dos alter egos. Por un lado tenemos a un malo malísimo tan psicópata que hasta enternece. El asunto es llegar a descifrar por qué gente como ésta ha llegado a puestos claves de la administración y de la sociedad, misterio. Con su perfil, lo más lógico es que acabasen en algún psiquiátrico pero no moviendo los hilos de un país, en fin. Por el otro lado tenemos a una persona tan cargada de valores y aciertos que uno siempre se pregunta por qué los roles no están cambiados y no es este señor el que dirige los designios de una gran empresa. Es honorable, moral, intachable, inteligente, guapo, fuerte y casi todo le sale a pedir de boca. Hay un algo de irreal en estos guiones, un algo que desde el primer momento nos distancia de la trama. Ante lo insostenible de la situación, el guionista elige rizar el rizo para distraernos de lo fundamental a base de juegos de magia que al espectador le hacen no preguntarse por las cuestiones esenciales y perderse en esos artificios de ilusionista.
Pero esta película eleva el maniqueísmo hasta un límite trascendental. No sé si ya es manía mía pero allá donde Mel Gibson dirige o actúa, últimamente, veo una defensa a ultranza de valores e Instituciones tradicionales, lo vi en Apocalypto, 2.006, lo vi en La Pasión de Cristo 2.004, en Braveheart (1.995) y lo veo aquí. La defensa de los lazos sagrados de la familia con el arrebato de a mi familia ni tocarla empieza a ser un tanto cansino a pesar de que se haga con el buen gusto y la inteligencia de Apocalypto. Pero en Edge of Darkness, para mayor inri, existe otro elemento anecdótico interesante, la administración de mi país nunca se equivoca. Para hacérselo ver.
¿Existen aciertos en el largo?, sí, claro. La pirotecnia que mencionaba está bien trazada, no existen fisuras pero no existe mayor interés. Los secundarios se mueven bien en sus papeles, Mel Gibson tiene una voz impresionante y no hay escenas demasiado ridículas, aunque pensándolo bien, alguna sí, ¿cómo sabía el conductor que atropella intencionadamente y a doscientos por hora a la pobre chica en qué momento ella iba a salir del coche?, parapsicología, estoy seguro, el cuarto misterio de Fátima.
Lo mejor:
Lo peor: El guión
No recomendable, se puede ver cualquiera del género y arreglado


jueves, 20 de mayo de 2010

My Name Is Khan (Mi Nombre Es Khan)


Título: My Name Is Khan (Mi Nombre Es Khan)
Año: 2.010/ 165'/ India
Dirección: Karan Johar
Guión: Shibani Bathija, Niranjan Iyengar
Música: Shankar Mahadevan
Fotografía: Ravi K. Chandran
Reparto: Shahrukh Khan, Kajol, Christopher B. Duncan, Carl Marino

He leído críticas de esta película que la juzgan por cuestiones que poco tienen que ver con el cine. Es cierto que la frontera entre el cine y la vida puede ser cada día más fina pero no debemos olvidarnos que una producción debe juzgarse, ante todo, por si consigue narrar satisfactoriamente una historia o la echa a perder.
Dicho esto, la primera película que veo de Karan Johar es un esfuerzo interesante y encomiable que muere en la orilla tras mucho remar y remar.
Hay muchas películas en una, hay muchas cosas, demasiadas narraciones en una, demasiadas ambiciones que no se ven plenamente justificadas en este largísimo metraje.
Para empezar, la historia arranca con mucha fuerza, con mucha inteligencia y jugando muy bien sus bazas. Aquí está una de las principales atracciones de la producción, el actor fetiche de Johar, Shahrukh Khan, realiza un trabajo extraordinario en la encarnación de un autista, es la mejor interpretación que he visto de un autista, mejor no lo puedo decir ya que conozco a muchas personas con esta dolencia.
La historia va desencadenándose con dos virtudes principales, el buen hacer de los actores y la originalidad de la exposición narrativa. La primera media hora avanza, por tanto, de forma decidida y brillante con una narración diferente y atrevida que tansmite una poderosa carga de valores.
El problema es que este buen inicio se diluye como un azucarillo en el agua. La historia se va complicando hasta alcanzar una dosis tal que pierde sus principales objetivos y valores. Una historia humana se acaba convirtiendo en película medio comedia de denuncia social y política, pero también en drama familiar, película de catástrofe natural, road movie, tragedia intercultural y no sé cuántas cosas más; he ahí el grave problema de este guión, quiere jugar con una apuesta tan alta que el resultado no está acorde con las expectativas que levanta. A lo largo de la segunda mitad existen suficientes escenas ridículas que echan a perder el conjunto, y ya no hablamos de problemas de guión a la hora de casar unas historias con otras.
La simpatía con el fondo y la forma del film no puede hacernos perder el norte de que se trata de cine y como tal debemos de valorarlo, no es justificable ensalzar una producción por el simple hecho de que defienda mis creencias políticas o morales.
Lejos de eso, insisto en que la película posee virtudes pero las ganas de contarlo todo, de mezclarlo todo hacen que la ensalada acabe siendo un hartazgo más que un placer.
Lo mejor: Shahrukh Khan
Lo peor: Un metraje desproporcionado en una historia barroca y megalómana
Pasable




martes, 18 de mayo de 2010

I-tae-won Sal-in-sa-geon (The Case of Itaewon Homicide)


Título: I-tae-won Sal-in-sa-geon (The Case of Itaewon Homicide)
Año: 2.009/ 100'/ Corea del Sur
Dirección: Hong Ki-seon
Guión: Hong Ki-seon
Reparto: Jeong Jin-yeong, Jang Geun-seok, Shin Seun-hwan



Intrascendente e insulsa película que no sabe a qué juega. La indecisión del guión arruina un producto que parece parido por el seguimiento que el caso real tuvo en aquel país.
Como largo los nubarrones son muchos y variados y hay poco que luzca en este desgarbado largometraje.
El error más grave es no saber a qué jugamos, durante todo el metraje a uno le asaltan las dudas sobre si lo que nos querían contar se trataba de una narración con trama de corte legalista, si se trata de una exploración de la psicología juvenil coreana, una película costumbrista o de investigación criminal.
El guión parece querer todo o nada y no acaba de asentarse en una postura concreta arruinando cualquier posibilida de ser algo. De tanto abarcar no se queda en nada más que en una aburrida y poco original concatenación de los hechos.
La escasez de medios que se despliegan en la pantalla no puede ser nunca una disculpa para no ser capaces de hilvanar un relato coherente que diga algo.
Por el contrario, el desconcierto es el tono habitual en este largo del que tampoco se puede salvar ningún actor. El trabajo de los mismos, en general, es pésimo, destacando con mucho la mala interpretación de los tres personajes que sostienen la trama.
Por una vez y sin que sirva de precedente, hay que citar un producto made in Hollywood al que esta película me recordó, pero que, sin embargo, los resultados son mucho más sólidos en la estadounidense. Me refiero a la cinta de Gregory Hoblit Primal Fear (Las dos Caras de la Verdad 1996) en la que un novato y asombroso Edward Norton realizaba un magistral trabajo encarnando un personaje que juega a dos bandas durante todo el metraje. La película de Hong Ki-seon tiene un tanto de eso pero de forma muy fallida porque ni se adentra decididamente por esos caminos ni cuenta con un Edward Norton que salve la producción del fracaso más estrepitoso.
Hay que decir, por lo menos, que no posee la menor intención de ser una película con pretensiones, algo es algo.
Lo mejor: Nada
Lo peor: El guión y los actores
No recomendable.






lunes, 17 de mayo de 2010

Waking the Dead (Resucitar un Amor)


Título: Waking the Dead (Resucitar un Amor)
Año: 2.000/105' /USA
Dirección: Keith Gordon
Guión: Robert Dillon (Novela: Scott Pencer)
Música: Tomandandy
Fotografía: Tom Richmond
Reparto: Billy Crudup, Jennifer Connelly, Molly Parker, Janet McTeer

Desastrosa película en la que se hace muy difícil salvar algo. La historia está tan mal narrada que a duras penas podemos entender algo de lo que está pasando, pero este problema no se debe a lo abstruso de la trama sino a que han puesto todo el empeño en contarla mal. Los saltos temporales adelante y atrás son utilizados hasta el hartazgo pero confunden tanto que es necesario tomarse unos segundos en cada escena para saber en dónde estamos, qué me están contando y quién está hablando.
La sensación general es de desasosiego continuo porque uno no entiende si es que estamos frente a una película que nos cuenta la vida de un lunático demente, si se trata de la segunda parte de Ghost (Zucker, 1.990), una historia de denuncia política o la vida de dos personas tan diametralmente opuestas que se sienten irremediablemente atraídas. El problema es que como no tienen de qué hablar ni qué decirse pues adoptan posturas horizontales a la menor ocasión. Lo cual no deja de estar mal pero, en ese caso, mejor haber apostado directamente por una película erótica y lo hubiéramos pasado infinitamente mejor.
Hay escenas que rozan tal ridículo que uno siente pena por los pobres actores, hay dos que merecen especial atención, la primera es un arranque que la da a Connelly/Williams en una fiesta, la segunda es una cena de celebración de Crudup/Pierce con su familia. Pero eso no significa que el resto salven los platos, ni mucho menos, es que esas dos son especialmente memorables. Ahí me entraron dudas si no se trataba de una película de humor de trazo grueso.
No he decidido si Crudup es mal actor o es que no puede hacer más con este esperpento, probablemente ambas cosas sean ciertas. La luminosidad de la cara de Connelly no me deja ser objetivo pero casi que tengo los mismos problemas aunque cuente con una carrera de mucho mayor calado que el primero.
Tiene cierto interés la película como ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas para contar bien una historia, las malas películas nos hacen disfrutar más de las buenas haciéndonos comprobar lo diferente que es una historia interesante y bien narrada de cosas como ésta.
Lo mejor: Nada
Lo peor: El resto
No recomendable en absoluto.




viernes, 14 de mayo de 2010

It Should Happen To You! (La Rubia Fenómeno)


Título: It Should Happen To You! (La Rubia Fenómeno)
Año: 1953/ 86' /USA
Dirección: George Cukor
Guión: Garson Kanin
Música: Frederick Hollander
Fotografía: Charles Lang Jr.
Reparto: Judy Holliday, Jack Lemmon, Peter Lawford, Connie Gilchrist


Todo lo bueno que se puede decir de esta gran película es poco. Para empezar, Jack Lemmon; era ésta su primera aparición fuera de la televisión donde ya se había hecho una carrera, con este film daba definitivamente el salto al cine, y de qué manera. Si el otro día me maravillaba admirar por enésima vez su papel en Some Like It Hot (Con faldas y a lo loco, Billy wilder, 1.959), en este largo su actuación es más de lo mismo, brillante. Comparar lo que ha hecho en su carrera Jack Lemmon con lo que están haciendo actores de comedia actuales como Ben Stiller es simplemente hilarante. Lo mismo cabe decir de Judy Holliday que está absolutamente soberbia en este difícil papel.
Pero tiene el guión una inusitada mirada de un tema que hoy se puede considerar un cáncer social que merece la pena detenerse un poco. La mitomanía de nuestra época hace que aquello que algunos llamaron la mejor forma de vida, la autenticidad, suene a trasnochado y a utopía irrealizable. Cualquier persona sueña, hoy en día, con convertirse en objeto de la fama. Da igual que no tenga destreza alguna, tenemos miles de ejemplos en nuestro país sobre personas que han llegado a la fama simplemente con asuntos de quién meto o dejo de meter en la cama. Las carpetas escolares de los adolescentes se llenan con fotografías de personas que han llegado a ser admiradas, envidiadas y cotizadas sin mayor esfuerzo que un talento natural para dar patadas a un balón, por ejemplo.
La protagonista de esta maravillosa película desea alcanzar esa fama y tiene una ocurrencia que le lleva a ganarse un puesto en el olimpo de la estupidez.
La historia nos cuenta la trama de siempre, la que funciona, chico conoce chica, pero el enredo tiene tal catadura moral que no deja uno de sorprenderse por la contemporaneidad de la reflexión sesenta años después.
El dilema consistirá en saber si la protagonista elige el camino que ha iniciado de fama y hueco glamour o, por el contrario, preferirá la anodina y anónima autenticidad que los sabios pregonaron.
Para mayor acierto, el personaje diseñado no posee mayores atributos, no tiene nada que ofrecer al mundo, nada que vender, nada que haya inventado, nada que cuente mejor que nadie, nada. Esto hace que las comparaciones con la farándula que pulula por los platós de muchas televisiones o el papel de muchas revistas sean desternillantes.
Han dado en el clavo las críticas que han comparado este largo con las comedias actuales, qué pena tan grande, cómo hemos cambiado que decía la canción. Qué tristeza ver qué tipo de guiones y actores y directores reciben ahora los millones de dólares y euros para conseguir resultados tan opuestos al de esta producción.
Sólo un detalle más, hay que fijarse en el modo en el que la banda sonora participa de la trama y de los diálogos, un ejemplo.
Película sanísima, de altísimos vuelos y que, además, nos ofrece eso a lo que debe aspirar el arte y que en nuestros tiempos se ha olvidado, educar. Imprescindible.
Lo mejor: Todo con Jack Lemmon y George Cukor a la cabeza
Lo peor: La traducción española de su título original.
Imprescindible





jueves, 13 de mayo de 2010

Chi Bi II (Acantilado Rojo II)

Título: Chi Bi II (Acantilado Rojo II)
Año: 2.010/China/142'
Dirección John Woo
Guión: John Woo, Khan Chan, Cheng Kuo, Heyu Sheng (Novelas: Guanzhong Luo)
Música: Tarô Iwashiro
Fotografía: Yue Lu
Reparto: Tony Leung, Takeshi Kaneshiro, Chen Chang, Shido Nakamura

Segunda parte de la adaptación de las novelas de Guanzhong Luo. Hace unas semanas que podía ver la primera parte de este largo y la heroica de la primera desaparece un tanto en la segunda. En esta ocasión los personajes secundarios que otorgaban ritmo y descanso a la abigarrada historia principal casi desaparecen.
El ritmo es mucho más convencional en este segundo montaje adaptándose más, para mi gusto, a una forma más occidentalizada de narración. Aquí, sin embargo, existe una mayor profundización psicológica en los personajes principales, algo que en la primera parte casi no existía en beneficio de la heroica.
De todos modos, siguen siendo absorbentes aquellas escenas en las que las revoluciones suben enteros, pero, a diferencia de la primera, existe un exceso pirotécnico con el que se pretende encandilar. Personalmente, soy más aficionado al ejercicio estilístico coreográfico de las escenas bélicas de su hermana. Aquí el ruido y los efectos visuales se comen ese ballet de masas que tan buen resultado obtenía en la otra.
Destacaba el reparto como de lujo debido a la presencia de Tony Leung y Takeshi Kaneshiro en los papeles principales, aquí, como decía antes, el análisis psicológico de los caracteres principales hace que se desvanezcan un tanto las maravillosas réplicas entre ambos.
Esa épica que destacaba tanto hace unas fechas, se sustituye, en parte, por otro tipo de narración menos entregada al exceso y preparada para paladares más variados que los de la épica.
La hipérbole de la primera parte guardaba más sentido con la adaptación de unos libros, los de los Tres Reinos que pretendían fijar en la conciencia colectiva héroes arquetípicos. Esta segunda busca otro tipo de sensibilidad y se nota.
Además de la épica, las reflexiones en torno a las dictaduras y quienes luchan contra ellas toman el mando, de forma moderada, justificando el viaje hacia el final del metraje incluso con alegatos antibelicistas que, dichos de esa manera, resultan un tanto frívolos y fuera de foco.
De todas maneras, muchas de las virtudes de la otra también están aquí.
Lo mejor: Tony Leung
Lo peor: Desaparece un tanto el espíritu que animaba la primera parte
Pasable






miércoles, 12 de mayo de 2010

Machan


Título: Machan
Año: 2.008/ 109'/ Sri Lanka
Dirección: Uberto Pasolini
Guión: Ruwanthie De Chickera, Uberto Pasolini
Música: Lakshman Joseph De Saram, Stephen Warbeck
Fotografía: Stefano Falivene
Reparto: Dharmapriya Dias, Gihan de Chickera, Dharshan Dharmaraj, Namal Jayasinghe

Película fresca donde las haya con narración ágil y muy buena dirección de la primera película como realizador del que fuera productor de The Full Monty, 1.997.
Es inusual encontrar en el cine relatos sobre desfavorecidos, y, los más, acuden allí buscando despertar conciencia. En este caso se trata de algo completamente diferente, la mirada es cercana a la comedia pero la trasciende para conseguir una narración acerca de valores. Los desposeídos que se convierten en protagonistas de esta historia real dan una lección en la pantalla acerca del compañerismo, la lealtad, el honor y el respeto.
Es, por tanto, en el terreno más difícil del que se puede hablar en cine, el de la moral, en el que este largo triunfa poniendo en pie una reflexión como hacía tiempo que no veía acerca de lo que supone vivir con unos determinados valores frente a otros. Pobres sí, pero honrados. Los lazos que se van tejiendo entre los personajes son casi imperceptibles pero dominan la sutileza de la historia hasta que nos damos cuenta que eso, realmente eso, era lo fundamental en la anécdota.
Lejos de las escenas cómicas en las que se aprovecha la situación para lograr escenas de altura en el conglomerado que representan estos veintitrés buscavidas, la película logra presentar algo mucho más difícil y necesario, que la dignidad no sabe de cuentas bancarias, que toda persona merece una oportunidad y lo difícil que resulta poner límites al viento.
La humanidad que destila el guión es muy difícil de conseguir sin caer en los recursos fáciles y plañideros en los que caen producciones con muchísimos más medios.
La sobriedad de la cinta ayuda muchísimo a conseguir sus logros. Un esmerado trabajo de actores y una interesantísima banda sonora, acaban por pintar uno de los mejores filmes que he visto últimamente.
La narración, además, marca los tiempos de una forma admirable consiguiendo mantener la tensión hasta el momento justo aprovechando los puntos fuertes de la misma.
Hubiera sido muy sencillo haber caído en el otro lado, es mérito del director y guionistas haber conseguido la destreza que se traslada a la pantalla de una forma tan armónica, sincera y abierta.
La película se lanza a tumba abierta por caminos en los que tantos y tantos largos han fracasado por un defecto en las virtudes que este film representa. Un hallazgo en toda regla que viene a representar un ejemplo más de que un buen guión hace una buena película. Sus defectos, que los hay, pasan desapercibidos porque el nivel general está a gran altura.

Lo mejor: Uberto Pasolini
Lo peor:
Muy recomendable




martes, 11 de mayo de 2010

Everybody's Fine (Todos Están Bien)


Título: Everybody's Fine (Todos Están Bien)
Año: 2.009/ 100'/ USA
Dirección: Kirk Jones
Guión: Kirk Jones (Remake: Giuseppe Tornatore)
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Henry Braham
Reparto: Robert de Niro, Kate Beckinsale, Sam Rockwell, Drew Barrymore

El páramo de guiones en el que está sumido el cine, principalmente el europeo y el norteamericano hace que surjan productos como éste. Parecen empeñarse en Hollywood en que, de toda película que suene a mínimamente exportable, se haga su versión más pronto que tarde. Así nace este largo a la sombra de aquella de Tornatore de idéntico título sólo que en italiano y del año 1.990, antes de ayer.
Ese filtraje que se realiza de obras que han sido concebidas de modo diferente tiene una grave sospecha, la imposibilidad de disfrutar con la diferencia. Todo se masca y se remasca para que suene a cercano, conocido, tranquilizador al fin y al cabo. Personalmente preferiría que me contaran historias diferentes en vez de buscar narrar las mismas pero de forma más próxima y con actores más cercanos a la potencial taquilla del producto.
Poniéndonos abstrusos hasta podemos entender que el aislamiento sufrido por ese gran país a tenor de las administraciones Bush pese en esta tendencia a mirarlo todo desde el interiorismo más radical. Esperamos que haya ahora una apertura en el cine ya que parece haberla en lo político.
En algunas ocasiones puede tener sentido, en otras como ésta, no se lo encuentro, sinceramente.
Al margen de estas consideraciones que me parecen que define una cultura, sociológicamente hablando, la película tiene sus sombras y sus luces.
En cuanto a las luces la fotografía de esta roadmovie de crecimiento destaca por encima del resto. Son los mejores minutos aquellos en los que la cámara se abandona en el viaje del protagonista principal por los parajes estadounidenses de belleza infinita.
La banda sonora agrada y ayuda a ese ensimismamiento psicológico que consigue acercarnos a la introspección de un personaje agradable, a veces demasiado. Robert de Niro, con sus tics y sus manías, se me antoja difícil para el papel por estar tan encasillado en otro tipo de narraciones, sin embargo, su trabajo cumple con creces lo que exige el guión.
Algunos de los secundarios están también a la altura, Sam Rockwell, al que hace poco veía en Moon de Duncan Jones, 2.009, parece un actor que si elige bien sus películas será un valor al alza.
No se puede decir lo mismo de Drew Barrymore y de Beckinsale, no son actrices que hayan hecho gran cosa, sólo con cuentagotas justifican su carrera llena de episodios malos, muy malos.
El guión tiene altibajos y parecen más firmes y completas las escenas en las que el silencio reina que en aquellas otras en las que unos diálogos que no acaban de crecer echan al traste el trabajo inicial.
La apuesta principal del guión se arruina por el esfuerzo en que el personaje principal parezca tan buena persona, tan comprensiva, tan humana, no parece tener justificación que todo el mundo esté empeñado en mentir a un personaje tan sobradamente comprensivo. Alarmante.
Claros y oscuros para una película que quizás el mayor problema que tiene es que ya se ha hecho y con resultados mucho mejores.
Lo mejor: Henry Braham
Lo peor: Drew Barrymore y Beckinsale
No recomendable






lunes, 10 de mayo de 2010

Zombieland (Bienvenidos a Zombieland)


Título: Zombieland (Bienvenidos a Zombieland)
Año: 2.009/ 85' /USA
Dirección: Ruben Fleischer
Guión: Paul Wernick, Rhett Reese
Música: David Sardy
Fotografía: Michael Bonvillain
Reparto: Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Emma Stone, Abigail Breslin

Gamberrada con ciertas pretensiones que se queda en gamberrada. El trazo grueso que se ha elegido para la narración estropea las posibilidades de haberla convertido en un producto de interés. A falta de elegancia se ha optado por el chorreo de baba fácil por el tiro limpio y la exageración. Se pretende hacer reír a base de esos elementos pero se escapa de la crítica inteligente a este tipo de producciones que, si bien hay algo, no se da en la diana casi en ningún gag.
El problema del humor es que es difícil hacerlo con inteligencia. Decir pedo, caca, culo y pis hace reír a quien lo ha oído poco o a quien no ha tenido platos mejores en la mesa, esta película dice esas cosas y poco más.
Y no hay problema ninguno en plantearse esos conceptos, no trascendentales, pero conceptos, si es que los vamos a decir con la originalidad de planteamientos suficiente como para que merezca la pena oírlos. Pero tal y como lo vemos aquí ya los hemos oído una infinidad de veces.
Si bien es cierto que hay cositas, Bill Murray y poco más, esta gamberrada sin fondo se queda en eso, en decir pedo y esperar que nos ríamos. Los habrá que se rían, seguro, paladares hay de todos gustos y colores.
Hace unos días veía a Harrelson en otra película y pensaba que es un gran actor que a veces elige mal, muy pronto he tenido otra prueba de lo dicho. Esta película llena de otra sombra más la carrera de este buen actor que parece elegir sus películas a veces con disfraz de Jekyll y otras con el de Hyde.
La crítica de mi vecino de trece años sería que mola, te ríes mogollón, la música es cool y culo y pedo.
Lo mejor: No es muy larga
Lo peor: Tiene pretensiones
No recomendable

The Reader (El Lector)


Título: The Reader (El Lector)
Año: 2.008/123'/ USA
Dirección: Stephen Daldry
Guión: David Hare (Novela: Bernhard Schlink)
Música: Nico Muhly
Fotografía: Chris Menges, Roger Deakins
Reparto: Kate Winslet, David Kross, Ralph Fiennes, Bruno Ganz

En la historia del cine vemos contadas historias de amor de todos los gustos y colores, probablemente, sea el tema por excelencia. Daldry no es un director al que le tenga veneración, Billy Elliot (2.000) me pareció meliflua y sin alma y, en esta ocasión, tampoco voy a mejorar mucho la opinión que tengo de él. Por el contrario, sí que me equivoqué al respecto de Kate Winslet, siempre creí que no nos iba a regalar ningún gran papel, pero en The Reader lo consigue, probablemente lo mejor de la película, al menos en sus tres primeras cuartas partes. La interpretación que consigue de Hanna Schmitz es de nota alta excepto cuando se ablanda por el paso del tiempo.
Esta historia de amor suena a demasiado tópica, me hizo recordar a la sempiterna historia entre montescos y capuletos, la diferencia es que aquí, lo que echa al traste con la relación es un asunto un tanto peliagudo.
La cuestión moral que está en juego es si uno puede estar enamorado de alguien que ha cometido hechos terribles. Me da la sensación de que a Daldry y a sus guionistas, y al novelista, les ha entrado el miedo a la hora de responder a la pregunta y deciden convertir al personaje en una especie de víctima de sus propios límites. Falta la valentía necesaria para acudir al planteamiento a pecho descubierto y haber puesto el dedo en la llaga de lo que se quiere contar en vez de pasar de puntillas y justificar con ideas de folletín los hechos.
Además, al haber utilizado el calzador para cuadrar la suma de dos más dos, esta película cae en un planteamiento igual de mezquino y, por suerte, ya olvidado. Creían antiguamente, que aquel que hacía las cosas de forma equivocada era el ignorante. Este planteamiento tenía dos implicaciones, por un lado, la saludable idea de que se deberían derribar las cárceles y construir escuelas; pero por otro lado, lo que es fácil inferir es que los letrados y de buena familia no podían cometer tropelías.
El problema de la trama que nos narra Daldry es que el propio Tercer Reich nos ha demostrado que esa idea es falsa, tremendamente falsa.
Desde mi punto de vista, sería mucho más interesante y mucho más original si se nos contase la idea de forma descarnada y dura. Me enamoro de un monstruo moral, ¿y ahora qué?.
En vez de eso se camina sin fuerza ni tensión a lo largo de los años, dando unos saltos temporales en los que, paulatinamente, se van edulcorando las premisas y planteamientos.
La película tiene aciertos indudables pero no acaba de dar el salto de calidad que la convierta en algo más.
Uno de los mayores problemas es, precisamente, esos saltos en el tiempo que no consiguen veracidad y rompen, una y otra vez, la necesaria unidad.
A la dirección le falta tensión para ponernos en el dramatismo de la historia, la dirección ayuda a eliminar tensiones, a creernos que estamos ante un folletín, que no debería ser el caso.
Bruno Ganz, Ralph Fiennes y Kate Winslet ayudan a que la película tenga méritos. Es una pena porque la película promete pero se queda en entrante y no pasa a plato principal.
Lo mejor: Kate Winslet
Lo peor: Daldry
Pasable




viernes, 7 de mayo de 2010

Tony


Título: Tony
Año: 2.009/76'/ Reino Unido
Dirección Gerard Johnson
Guión: Gerard Johnson
Música: The The, Matt Johnson
Fotografía: David Higgs
Reparto: Peter Ferdinando, Frank Boyce, Lorenzo Camporese, Cyrus Desir

A menudo las películas de este estilo son justificables porque presentan una trama interesante en la que se juega al gato y al ratón entre los distintos caracteres, porque existe un personaje tan impactante que llena el guión o, por último, por el análisis psicológico de la situación.
En este caso no hay ninguna de las tres cosas. Pero tampoco se puede decir que por culpa de esas carencias la película sea un fiasco.
Lo es por otras cuestiones. Pero comienzo por las cosas buenas.
La banda sonora es interesante y mantiene el interés más allá de lo que sucede en la pantalla. Peter Ferdinando realiza un trabajo sin estridencias y saca a su personaje más petróleo del que a simple vista parece. Interesante.
La labor de montaje tiene un deje a documental que viene al pelo al tema a tratar y a la forma en la que se aborda el mismo.
Pero hay un grave problema de estructura en este guión. Se nos quiere contar una historia descarnada, fría y sórdida sobre un asunto impactante y que no puede dejar a nadie tranquilo en su asiento. Los problemas surgen precisamente de la elección del tono que elige el guión y la cámara, que coinciden en perspectiva.
La medida de una narración y no de otra, tiene que estar condicionada porque se quiere contar algo, se pretende tener algo que decir y ese algo se pone en imágenes y en palabras, en el caso del cine. Se nos hace muy difícil saber qué es lo que se quería contar en esta ocasión. Y no se trata de que estemos hablando de física teórica postmoderna ni mucho menos.
Este huequismo me parece que atiende más a una falta de ideas que a un estudiado énfasis en la carencia de emociones. Un ejercicio de pseudointelectualismo que tiene la virtud de la parquedaz pero poco más.
Faltan elementos narrativos, falta implicación del guionista y estructura de película. Falta mucho cine en este ejercicio poemaico del feísmo. La taquilla dictará que el tema ha hecho caja, pero no es como para estar contentos porque, si fuera mía, pasaría un auténtico calvario a la hora de la justificación de la cinta más allá del oportunismo.
A menudo me enfrento a películas que serían buenos cortos y han dado malos largos, me temo que Tony es uno de ellos.

Lo mejor: La banda sonora
Lo peor: No alcanza a desarrollarse como película
No recomendable.



lunes, 3 de mayo de 2010

Some Like It Hot (Con Faldas y a lo Loco)


Título: Some Like It Hot (Con Faldas y a lo Loco)
Año: 1.959/119'/ USA
Dirección: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder & I.A.L. Diamond (Relato: Robert Thoeren & Michael Logan)
Música: Adolph Deutsch
Fotografía: Charles Lang Jr. (B&W)
Reparto: Marilyn Monroe, Tony Curtis, Jack Lemmon, George Raft

Por mucho que uno vea esta película siempre encuentra atractivos que destacar. En esta ocasión, en la retina me quedó la sobresaliente actuación de Jack Lemmon. También merece mucho la pena detenerse en los temas musicales que Marilyn interpreta con esa forma tan peculiar y sensual que siempre la caracterizó.
Las comedias de Billy Wilder, todas, sirven de ejemplo para que en el futuro podamos acercarnos a lo que él ha conseguido, pero si una de ellas encarna lo mejor de su cine, probablemente sea Some Like It Hot, por su frescura, sus actuaciones, su guión y la maestría de su dirección. A veces uno se pregunta por qué todas las películas deben tener dos horas si en pocos casos está justificado tal derroche de metraje; en este caso no sólo está justificado sino que parece que el tiempo vuela mientras delante de nuestros ojos, la sucesión constante de gags y el buen hacer consiguen que la cinta parezca mucha más corta.
Quizás lo mejor que pueda decir de esta película es que se la he puesto a un grupo de preadolescentes y niños por aquello de irles inculcando el buen cine. Tras las protestas iniciales cuando no cedí a pasarles algo de la factoría Disney más reciente, se quedaron prendados de la película. En esta caso era diversión inteligente y no las cosas que planean en sus canales teledirigidos.
Favorita para ellos fue la escena de la fiesta en el tren, lógicamente cómica por los equivocos y por ese aire a Hermanos Marx que destila.
Si a este ramillete de devoradoras de Hannah Montana les ha seducido la apuesta de Billy Wilder, es que tiene que ser buena necesariamente.
La mezcla de estilos, podemos encontrar gángsters, musical, comedia, costumbrismo; las enormes actuaciones, sin olvidar los secundarios; la agudeza de un guión nacido de otra época y de otras plumas, hacen el resto.
Los personajes alazarillados de Tony Curtis y Jack Lemmon son casi universales y calan en nuestro imaginario de una forma profunda.
Imprescindible
Lo mejor: Jack Lemon y Billy Wilder
Lo peor:
Imprescindible

The Painted Veil (El Velo Pintado)


Título: The Painted Veil (El Velo Pintado)
Año: 1.934/ 85' /USA
Dirección: Richard Boleslawski
Guión: John Meehan, Salka Viertel, Edith Fitzgerald (Novela: W. Somerset Maugham)
Música: Herbert Stothart
Fotografía: William Daniels
Reparto: Greta Garbo, Herbert Marshall, George Brent, Warner Oland

Más que interesante film del que, recientemente, John Curran ha realizado una versión con el mismo título en el año 2.006. Me parece mucho más entera la original, empezando porque Boleslawski es mejor que Curran y Greta Garbo no es comparable a la buena actriz Naomi Watts.
La película descansa sobre la actuación de Greta Garbo porque se trata de su crecimiento interior. El paso de una niña mimada y consentida a una mujer que madura a base de lecciones de la propia vida.
El guión sorprende por la modernidad de su apuesta cuando todavía corría el año 1.934. Si es verdad que existe una defensa de la tradicionalidad de la familia, es también cierto que las acciones del personaje de Greta Garbo son arriesgadas para la época, más si pensamos en la reacción última de su marido, un fantástico Herbert Marshall.
El centro de la trama coincide con la explosión de Garbo en ese papel, es en las escenas de Hong Kong y, de forma especial, en las de la China interior cuando nos ofrece los registros por los que ha llegado a ser lo que es.
El guión de este drama pasa de un inicio irregular a asentarse con aplomo y equilibrio en el cuerpo central. El triángulo que se establece entre los tres actores principales sostiene un tenso relato que, además, cuenta con el interés de ir jugando con el tiempo y el espacio para mostrar los cambios psicológicos de los personajes sin necesidad de aumentar escenas al metraje.
Para la época sería terriblemente costoso el enseñarnos la China de la época, algo que juega, sin embargo, en la versión del 2.006 cuya fotografía es de lo mejor de la película.
Un pero importante que tiene el guión es la resolución de los conflictos, demasiado apresurada y sopresiva, sobre todo teniendo en cuenta que los ochenta y cuatro minutos anteriores dan vueltas sobre el mismo tema. Se echa en falta un tanto más de reflexión para ese final.
En todo caso, no estropea, ni de lejos, el mayor atractivo de esta cinta, Greta Garbo.
Lo mejor: Greta Garbo
Lo peor: Desequilibrios de guión
Recomendable.

A falta de trailer, dejo este vídeo con momentos estelares de Greta Garbo.




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