viernes, 23 de septiembre de 2011

El regreso


Título: El regreso
Año: 2.011/ 95'/ Costa Rica
Dirección: Hernán Jiménez
Guion: Hernán Jiménez
Música: Federico Miranda
Fotografía: Nicolás Wong
Reparto: Hernán Jiménez, Bárbara Jiménez, Monserrat Montero, Daniel Ross, Rodolfo González, Andre Boxwill, Luis Fernando Gómez, Fernando Chironi.


Segundo largo de Hernán Jiménez quien, después de la exitosa A ojos cerrados, 2010, se embarca en una historia más pretenciosa desde todos los puntos de vista para la que necesitó incluso pedir financiación particular a través de internet.
El resultado de este largo tiene dos lecturas, bien si lo valoramos desde el punto de vista de lo que supone para el cine costarricense la irrupción de la figura de Hernán Jiménez o bien si la valoramos desde una perspectiva más abierta.
No cabe duda de que estamos ante lo mejor que el cine costarricense puede ofrecer hoy en día, tanto en guion como, sobre todo, en sensibilidad fílmica, Hernán Jiménez es un soplo de aire fresco que viene a enseñar a mayores presupuestos lo que se puede hacer con casi nada. 
Desde una perspectiva internacional, su película es más que correcta, con muchas virtudes y algunos defectos graves en los que merece la pena detenerse.
Para empezar por el guion es en lo que peor se mueve la película, especialmente de trazo grueso es la relación entre el protagonista y su padre; aparentemente crucial para entender la narración, dicha relación no aparece más que sugerida y la forma de tratarla es un tanto grotesca dando los peores momentos del largo.
La narración principal entre los dos protagonistas que simbolizan dos formas diferentes de comprender la Costa Rica actual, también adolece de estereotipos muy manidos que no ayudan a encontrar un lenguaje propio.
Hernán Jiménez funciona maravillosamente cuando se pone detrás de la cámara y pretende hablarnos con ella. Son, de largo, los mejores momentos de su interesante película. Es ahí donde reside su gran valor porque su sensibilidad de encuadre convierte su narración en algo desigual; sin palabras, se convierte en original, arriesgado y, como digo, de alta sensibilidad. Los planos mudos del comienzo del largo y los del final en el momentos en el que el protagonista es abandonado en la autopista, son los mejores. En cambio, las frases del guion, sin ser especialmente malas, no aguantan el nivel en muchos de los pasajes, falta naturalidad y falta mucho trabajo en ese guion.
Por eso es mejor su primera película en la que el guion deja un gran espacio a la cámara ganando con ello en sensibilidad y narración fílmica.
Pero en El regreso hay historias muy bien contadas como la de Antonio, Hernán Jiménez, con su amigo César, fantástico Daniel Ross, o la breve relación con Paolo, también estupendo Rodolfo González, ahí la narración funciona bien porque la cámara habla más.
En cuanto a la historia es desigual en cuanto a ritmo, comienza de forma atrevida e interesante para caer en caminos más convencionales a mitad de metraje y acaba con cierta confusión y apresuramiento.
Las actuaciones son algo a destacar en el largo, especialmente la de los citados secundarios, Daniel Ross y Rodolfo González junto al brillante papel del niño Andre Boxwill y la hermana Bárbara Jiménez. Tampoco desdice su trabajo Monserrat Montero, aunque su papel en el guion no es muy lucido. Hernán Jiménez no actúa bien y de eso se resiente su película que, insisto, es un orgullo para el cine porque, a pesar de sus medios y sus errores, tiene buenos aciertos.
Es un acierto, en los tiempos que corren, realizar una reflexión de corte tan poco nacionalista como la que aquí se hace. La crítica y más la autocrítica no son fáciles. Considerar que los lugares los hacen las personas y que son ellas las que los hacen buenos o malos más allá de banderas e himnos merece su reconocimiento.
La fotografía es buena y la banda sonora está al nivel de la película.

Lo mejor: Daniel Ross, Rodolfo González y Andre Boxwill
Lo peor: La actuación de Hernán Jiménez
Interesante


AzulOscuroCasiNegro


Título: AzulOscuroCasiNegro
Año: 2.006/105'/ España
Dirección: Daniel Sánchez Arévalo
Guion: Daniel Sánchez Arévalo
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Reparto: Quim Gutiérrez, Marta Etura, Raúl Arévalo, Antonio de la Torre, Eva Pallarés, Héctor Colomé, Roberto Enríquez, Manuel Morón, Ana Wagener, Natalia Mateo, Alba Gárate.

Más que interesante película con grandes aciertos y grandes hallazgos que supuso el lanzamiento de este director como uno de los valores importantes del cine español. 
Esta cerrada y cuidada historia tiene una narración ágil que permite que la historia fluya con rapidez y entretenimiento por caminos en los que otros han fracasado con todas las de la ley.
El guion posee un deje almodovariano con amores imposibles y personajes del mismo cariz que acercan la trama a esas películas del director manchego de tan difícil clasificación entre el drama, el absurdo y la comedia.
No quiero decir con esto que la película de Sánchez Arévalo carezca de un lenguaje personal, ni mucho menos, y es una de las cosas positivas de la historia, que habiendo elegido personajes e historias trilladas, sin embargo tiene un punto de vista diferente, fresco.
Además de la brillantez a la hora de tratar el tema, no son tonterías de lo que se está hablando, el amor, la familia, la alienación de la vida urbana, las diferencias entre clases sociales..., son temas que están ahí encerrados y que tienen una forma de llegarnos, cuanto menos, coherente y digna.
Especial mención merece Antonio de la Torre, actor con mucho talento que realiza un trabajo muy completo en un papel realmente complicado, lo mismo hay que decir de Raúl Arévalo y del para mí siempre fiable Manuel Morón. 
Hay momentos cargados de simbolismo que hablan de cine de altura, especialmente logrado es la utilización de los trajes o de la basura como elementos cargados de matices.
La fotografía y la banda sonora son excelentes.

Lo mejor: El guion, Antonio de la Torre
Lo peor: Marta Etura
Recomendable




jueves, 22 de septiembre de 2011

When in Rome (En la boda mi hermana)


Título: When in Rome (En la boda mi hermana)
Año: 2010/ 91'/ EE.UU.
Dirección: Mark Steven Johnson
Guion: David Diamond, David Weissman
Música: Christopher Young
Fotografía: John Bailey
Reparto: Kristen Bell, Josh Duhamel, Danny DeVito, Anjelica Huston, Don Johnson, Alexis Dziena, Will Arnett, Jon Heder, Dax Shepard, Keir O´Donnell, Peggy Lipton

Vergonzosa película en la que es difícil poder tratar con cierto cariño algún elemento. Puestos a hacer algo con ella, puede el espectador montar apuestas para dilucidar qué es lo peor. ¿Se trata del guion?, ¿la dirección?, ¿los actores?, la verdad es que yo le daría el premio a todos porque no hay nada que merezca salvarse en estas fallas.
No sé cómo ha podido pasar pero de este director ya he visto un trabajo, Ghost Rider, 2007; y aún así, después de aquel producto con el que Nicolas Cage comenzó a utilizar el cine para pagar sus deudas de hacienda,  me he atrevido a volver a tropezar con la misma piedra.
Porque When in Rome es cine del malo con mayúsculas, en primer lugar porque el guion no deja títere con cabeza y se empeña en que los pobres actores hagan y digan una serie de estupideces tan banales que desgracian cualquier atisbo de cine.
Los actores son tan planos y mediocres que merece la pena ver la película para poder distinguir entre lo que es el oficio de actor y lo que estos señores se dedican a hacer.
Quizás la película tiene un aliciente y es pasarse un buen rato dilucidando por qué Danny DeVito y sobre todo Angelica Huston han elegido este guion.
Defiendo que para apreciar el buen cine hay que ver cosas como ésta, pero de verdad que es casi un sufrimiento.
Triste, sosa y sin chicha.

Lo mejor
Lo peor: El guion
No recomendable



Everything is illuminated (Todo está iluminado)


Título: Everything is illuminated (Todo está iluminado)
Año: 2.005/ 106'/ EE.UU.
Dirección: Liev Schreiber
Guion: Liev Schreiber (novela: Jonathan Safran Foer)
Música: Paul Cantelon
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Elijah Wood, Eugene Hutz, Boris Leskin

Película partida por la mitad en la que la primera parte tiene un algo Kusturica que entorpece a ratos porque tanto los personajes como el fondo recuerdan y mucho esas historias que todos tenemos en la cabeza, y no se trata de que los personajes o la narración resultan un tanto fallidas, el problema es que no garantiza, en esos primeros minutos una pluma original, una mirada fresca. Ocurre que, técnicamente, la película arranca de forma correcta pero sin ofrecer lo que, en teoría, la película promete que es personalidad.
Muy diferente es la segunda parte, cuando la road movie ya está bien avanzada y olvidamos los momentos más Kusturica para adentrarnos en lo que realmente el director y guionista parecía querernos contar.
Y la verdad es que esta parte levanta la moral de la narración hasta guiarnos por momentos originales, arriesgados y que sí que merecen la pena.
Para empezar, se trata de una mirada diferente sobre el tema de la shoa, tema crucial donde los haya y que ha sido contado infinidad de veces y probablemente queden otras tantas para narrar tanta brutalidad y barbarie en la cuna de una de las Ilustraciones más importantes que Europa ha dado. La mirad de Schreiber nos lleva a trascender la shoa para contar, en forma de parábola una forma de entender la historia y la vida. La verdad es que tampoco hace falta abstrusos análisis porque todo está en el título, es decir, todo está iluminado por los acontecimientos históricos que, de una forma u otra, configuran la realidad que nos rodea y a nosotros mismos que somos parte de ella.
Desconozco si el actor metido a director ha leído a Ortega y Gasset pero, desde luego, lo que su película defiende no está muy lejos de las tesis de este pensador español.
En esa partida que Schreiber juega con la interpretación de la historia sale ganando y mucho porque consigue líneas originales, perspectivas diferentes y un buen desempeño como director y guionista.
Muy buen trabajo de Eugene Hutz frente a un errático Elijah Wood
Lo mejor: La segunda parte
Lo peor: La primera parte
Interesante


domingo, 18 de septiembre de 2011

Small town Murder Songs


Título: Small Town Murder Songs
Año: 2.010/ 75'/ Canadá
Dirección: Ed Gass-Donnelly
Guion: Ed Gass-Donnelly
Música: Bruce Peninsula
Fotografía: Brendan Steacy
Reparto: Peter Stormare, Martha Plimpton, Jill Hennessy, Aaron Poole, Ari Cohen, Jackie Burroughs.

Pequeña y cuidada obra que se caracteriza por una puesta en escena muy personal y por jugar dentro de la estela de grandes películas con temática parecida.
Por ahí comienzan a irse los réditos de esta película porque, a pesar de saber jugar bien sus bazas, el guion no acaba de despegar, no termina de interesar porque sabemos demasiado de este tipo de historias. Convertir una narración en lo menos importante del modo de contarla no es sinónimo de alcanzar originalidad, ni mucho menos.
Pero, sin embargo, la producción tiene elementos interesantes. La fotografía es uno de ellos. Alcanza a conjugarse de tal manera con la historia que tiene mucho que ver con lo interesante del debate interior del personaje principal.
Ese debate que suena a Fargo, y suena a Winter's Bone o a Copland o a Gone, baby gone (Coen, 96; Granik, 2010; Mangold, 97; Affleck, 2007) sitúa el guion de este joven director en un lugar trillado y en el que, por tanto, no es fácil decir algo nuevo.
Gass-Donnelly consigue desmarcarse un poco de sus predecesoras tanto en cuanto consigue originalidad al convertir el paisaje y la música en los actores principales de su película. Especialmente la banda sonora de su producción se convierte en un actor inesperado que cuenta más del ambiente en el que se mueve la historia querlos propios personajes.

Lo mejor: La banda sonora
Lo peor: Película de género con resultados esperados
Interesante

sábado, 10 de septiembre de 2011

Rise of the planet of the apes (El origen del planeta de los simios)


Título: Rise of the planet of the apes (El origen del planeta de los simios)
Año: 2.011/ 110'/ EE.UU.
Dirección: Rupert Wyatt
Guion: Rick Jaffa, Amanda Silver (Novela: Pierre Boulle)
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Andrew Lesnie
Reparto: James Franco, Andy Serkis, Freida Pinto, Brian Cox, John Lithgow, Tom Felton, David Oyelowo, Tyler labine, Jamie Harris, David Hewlett

Ejemplo de que el cine de entretenimiento y con calidad puede conseguirse. El guion está lastrado por tener que entroncar la excelente película de Schaffner en 1.968 que ha dado pie a varias secuelas, series de televisión y hasta el remake tan flojo de Tim Burton. No cade duda de que el esfuerzo de la película de Wyatt es de lo mejor que ha causado la idea original.
Pero, evidentemente, para ganar en coherencia ha habido que dar alguna que otra pirueta en el aire, sobre todo en el campo científico, porque un virus que afecte sólo a los seres humanos y no a los primates, vale, pero que mejore el desarrollo neuronal, ya es algo más que ciencia ficción.
En todo caso, las necesidades que la película original impone, han sido salvadas con honra tratando que una y otra casaran lo más posible.
Si en algunos aspectos científicos la película está peligrosamente cerca del absurdo, sin embargo el tratamiento de las relaciones entre los primates y sus interacciones con los hombres están muy bien cuidadas y con bastante sentido dentro de lo que los antropólogos han conseguido con respecto a la comunicación con primates.
La narración está plagada de suficientes guiños a temas trascendentes para mantener el interés y cierta calidaz transversal a la historia principal, un tanto más floja y comercial. En todo caso, allí está la relación del ser humano con la naturaleza, los límites de la ética y su relación con la ciencia. La relación entre ésta y el poder económico...
Otro de los aciertos que tiene el guion es que sabe jugar muy bien sus cartas en cuanto que se hace eco de los recientes acontecimientos de política internacional y plantea una lucha por la libertad más que una venganza, una vertiente positiva más que negativa. Y eso es algo que agradece la narración al darle un sentido estructural de mayor peso y más acorde con la película de Schaffner.
El sentido técnico de la producción es alto con escenas realmente brillantes y un sentido del ritmo muy prometedor que invita a seguir la carrera de este director. 
Ese sentido del ritmo convierte a la película en un buen entretenimiento con dosis de calidaz, sobre todo en el poder de la narración, con creces, lo mejor de la película.
Las actuaciones pierden brillo ante el elemento técnico y pasa desapercibido el buen trabajo del reparto con James Franco a la cabeza.

Lo mejor: El ritmo
Lo peor: Algunos elementos de guion un tanto exagerados
Entretenida e interesante


Rec 2


Título: Rec 2
Año: 2.009/ 85'/ España
Dirección: Jaume Balagueró, Paco Plaza
Guion: Jaume Balagueró, Paco Plaza
Fotografía: Pablo Rosso
Música: Varios
Reparto: Manuela Velasco, Óscar Zafra, Juli Fábregas, Javier Botet, Ferrán Terraza, Jonathan Mellor, Álex Batllori, Andrea Ros

Indudablemente el cine de terror no goza de buena salud desde hace tiempo, y lo único que ha llenado unas cuantas salas han sido mezclas de terror con otros géneros como el destape. De todas maneras, de lo poco bueno que se ha hecho últimamente, hay algunos títulos españoles que mejoran y mucho la media. Uno de esos títulos es Rec, de los mismos directores y del año 2007. Pero ocurre aquí algo parecido con Paranormal Activity, Oren Peli, 2.007, que si bien la primera parte posee muchas cosas buenas, la segunda parte amenaza con echarlo a perder todo.
El problema de las segundas partes es que tienen y deben dar una vuelta de tuerca a lo que se contó en la primera, de modo que empezamos con el baile de por qué pasó esto y de dónde viene esto otro. Normalmente, es muy sano que las preguntas del espectador las conteste la propia película pero en la primera Rec, no existía la necesidad de saber cuál era el origen de todo aquel desmadre. Y hasta cierto punto mejor porque cualquier hipótesis que intente demostrar la existencia de zombies va a ser, al menos, un tanto descabellada.
Por allí andaba Rec y no sentimos la necesidad de saber nada. Llegaba la frescura de la puesta en escena, la originalidad del encuadre y un poco más de esas películas que nacidas al pairo de The Blair Witch Project, Myrick y Sánchez, 1.999, jugaban un poco con la idea del terror por ausencia, del terror en fundido en negro.
No estaba mal la idea y surgieron ideas interesantes como Rec que, además, contaba con una excelente factura técnica.
El problema de Rec2 es que se nos pone a explicar, el problema es que es casi idéntica a la primera pero con unas cuantas gotas que estropean más que aclaran. Estropean porque ninguno de los nuevos actores poree la frescura que tiene Manuela Velasco delante de la cámara. Estropea que metamos a la Santa madre Iglesia cuando nadie la había llamado y que, inevitablemente, uno comienza a recordar las cosas que le han contado de películas de ángeles y demonios y conspiraciones eclesiásticas. Y por ahí se va buena parte del rédito de Rec2, en que, quizás, no hacía falta. Por lo menos a nosotros como cinéfilos, no nos hacía falta, ya habíamos visto suficiente con Rec, por supuesto que los productores no opinan lo mismo y amenazan con un origen y un apocalipsis. De miedo.
No obstante, existen dos o tres cosillas, dos o tres giros, que merecen la pena porque se sigue notando que Plaza y Balagueró andan por ahí.

Lo mejor: Lo que tenía de bueno Rec
Lo peor: Lo que no tenía Rec
No recomendable.


Un franco, catorce pesetas


Título: Un franco, catorce pesetas
Año: 2.006/ 105'/ España
Dirección: Carlos Iglesias
Guion: Carlos Iglesias
Música: Mario de Benito
Fotografía: Tote Trenas
Reparto: Carlos Iglesias, Javier Gutiérrez, Nieve de Medina, Isabel Blanco, Iván Martín, Tim Frederick, Eloisa Vargas, Aldo Sebastianelli, Ángela del Salto, Isabelle Stoffel

Por debajo de todos los problemas que subyacen a esta película, no cabe duda de que se debe detener uno también en los aciertos. La pena es que los aciertos de la cinta haya que encontrarlos en elementos casi ajenos al cine porque, formalmente, esta cinta deja mucho que desear. 
Porque entre los aciertos hay que destacar el buen ojo a la hora de seleccionar el tema, la necesidad de un guion sobre la emigración española de los años sesenta y el arrojo con el que la película parece estar concebida.
El problema es que hasta ahí alcanzan las bondades del film porque no se puede juzgar el cine, o no se debe, en función de sus intenciones, sino de sus realidades. Y puestos a analizarlas, no cabe duda de que el resultado de la primera factura en largo de Carlos Iglesias deja mucho que desear.
Las actuaciones no ofrecen mucha credibilidad, especial mención merece Nieve de Medina que se ha encargado de destrozar su personaje bien destrozado. 
Pero lo que merece un análisis para descubrir sus defectos es un guion que no está bien concebido desde la primera línea. Hay escenas que deben ser trágicas y resultan un tanto cómicas porque las líneas que los personajes deben recitar no tienen mucho que ver con las emociones sino con lo que se supone que se debe decir. Así se pasa por encima de la supuesta ruptura de una familia con una asombrosa facilidad. Casi del mismo modo por el que se pasa por haber sido víctimas de un timo en toda regla que ha supuesto varios años de ahorros. No parece que el guionista haya entido bien cuáles son las apuestas y las consecuencias de las apuestas que se querían hacer.
Más que un todo coherente como guion nos las tenemos que ver con una serie de buenas intenciones, insisto, y una serie de clichés con los que se pretende zanjar una cuestión peliaguda, y más cuando hablamos de seres humanos sujetos a dichas tesituras.
El guion no puede adornarse con estrategias de historias paralelas que por no saber cerrarlas se cierran a martillazos.
Pero eso no quita que el tema sea interesante, no quita que a mucha gente le parezca entretenido hablar sobre la España de esa época, pero, una vez más, el cine se trata de contar historias y ésta está muy mal contada por mucho que muchos se vean reflejados en la historia.
¿Dónde acaba la relación del protagonista principal con Hanna?, ¿y la de su compañero de emigración con la otra chica suiza?, ¿y la de la mujer de Martín con su familia política?, ¿y qué ocurre con la estafa?

Lo mejor: Las intenciones
Lo peor: Nieve de Medina y el guion.
No recomendable

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Requiem for a dream ( BSO Clint Mansell)

Requiem for a dream (Réquiem por un sueño)


Título: Requiem for a dream (Réquiem por un sueño)
Año: 2.000/ 102'/ EE.UU.
Dirección: Darren Aronofsky
Guion: Darren Aronofsky, Hubert Selby, (novela de Hubert Selby)
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Jared Leto, Jennifer Connelly, Ellen Burstyn, Marlon Wayans, Christopher McDonald, Louise Lasser, Marcia Jean Kurtz, Janet Sarno, Suzanne Shepherd, Dylan Baker, Keith David, Peter Maloney.

Desde que he visto Pi: Faith in Chaos, 98, Aronofsky, he seguido la pista de este hoy conocido director porque las maneras de Pi apuntaban muy alto. Era aquella una película densa, filosófica y con una estética tremendamente personal. De la producción de Aronofsky me había quedado descolgada Requiem for a Dream y ayer tuve la oportunidad de verla. El impacto fue instantáneo porque me pareció todavía mejor, todavía más personal y estéticamente más novedosa que Pi.
Lo que resulta impresionante es la actuación de los actores. De la pareja protagonista principal, Jared Leto y Jennifer Connelly no recuerdo grandiosas actuaciones a pesar de que ambos son buenos actores, pero de ambos recuerdo importantes gatillazos. Sin embargo la actuación de todo el elenco con ellos a la cabeza es absolutamente gigantesca. Mención aparte merece también Ellen Burstyn con un papel durísimo y muy complicado del que sale con nota muy alta.
Tengo la sensación, que no la certeza, de que el buen hacer de los actores tiene que ver con dos cosas, un sólido guion y una dirección de actores fuera de serie.
En cuanto a la historia no rebosa originalidad. Película dura y oscura sobre el mundo de las drogas y sus consecuencias. Quizás tenga un punto de originalidad la crudeza con la que se seleccionan las escenas para contarnos la narración, pero como se ha demostrado millones de veces, no hay que ser original en el tema para conseguir originalidad en el cine.
Lo que es cautivante del estilo de Aronofsky es el poder de sus imágenes tan impactantes. La selección de las escenas en las secuencias significa un alto grado de conceptualización fílmica. La linealidad a la hora de narrar no tiene nada de malo, pero la forma en la que el director secuencia qué cuenta y cómo lo cuenta convierte su narración en algo diferente, fresco y poderoso, muy poderoso.
El elemento onírico, tan presente en las historias de Aronofsky, vuelve a cumplir un papel estelar acercándonos a la parodia social del estilo de Magnolia, 99, Thomas Anderson o Happiness, Solondz, 98. 
En todo caso la carnalidad de la narración consigue algo con lo que muchos soñaron que es hacer arte partiendo de elementos que difícilmente se pueden clasificar como tales. 
No puedo dejar de mencionar lo que de esta película tiene de desmitificación de los ideales, de un sueño, quizás el americano, roto por una especie de sentimiento peterpaniano que doblega las voluntades hasta dejarlas hechas guiñapos.
La banda sonora hace magia con las imágenes.
Sencillamente espectacular.

Lo mejor: Aronofsky y su cámara. Su dirección de actores. Ellen Burstyn
Lo peor:
Imprescindible

You only live once (Sólo se vive una vez)


Título: You only live once (Sólo se vive una vez)
Año: 1.937/ 86'/ EE.UU.
Dirección: Fritz lang
Guion: Gene Towne, Graham Baker
Música: Alfred Newman
Fotografía: Leon Shamroy (Blanco y negro)
Reparto: Henry Fonda, Sylvia Sidney, Barton MacLane, Jean Dixon, William Gargan, Warren Hymer, Margaret Hamilton, Jerome Cowan, Ward Bond, Guinn Williams.

Segunda película de la etapa americana de Fritz Lang después de Fury. Hay tres atractivos primordiales en este trabajo. El primero es la pareja protagonista.
Evidentemente, lo que se diga de Henry Fonda es poco pero no cabe duda de que en esta cinta, todavía de sus inicios, el nivel ya es altísimo. Lo mismo cabe decir de una Sylvia Sidney que no desmerece para nada y que también tendrá, hasta llegar a Mars Attack, Burton, 1.996, una amplia carrera. Ambos transmiten química además de la complejidad de los sentimientos que están en juego.
En segundo lugar un elaborado guion donde la narración cuenta lo que tiene que contar, ni se exceda ni peca por defecto. A medio camino entre las consecuencias de la depresión y el cine negro, se trata de un melodrama que se siente hijo de una época difícil de la historia norteamericana. 
En tercer lugar, la mirada de Lang siempre parece que nos cuenta más de lo que aparece en la pantalla y siempre parece que nos regala el plano necesario.
Una película imprescindible porque son los orígenes de un puñado de profesionales que ayudarán a hacer de esto del cine algo mucho más grande.
Lo mejor: Henry Fonda, Sylvia Sidney y Fritz lang
Lo peor:
Imprescindible


domingo, 4 de septiembre de 2011

Thor

Título: Thor
Año: 2.011/ 130'/ EE.UU.
Dirección: Kenneth Branagh
Guion: Mark Protosevich
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Harris Zambarloukos
Reparto: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Anthony Hopkins, Tom Hiddleston, Stellan Skarsgard, Idris Elba, Kat Dennnings, Clark Gregg, Jamie Alexander, Ray Stevenson, Tadanobu Asano, Josh Dallas, Colm Feore, Rene Russo, Samuel L. Jackson.

Es lo malo que tienen los sábados lluviosos por la tarde en las que te decides por intentar una sesión de cine familiar. Crees que algo que esté a medio camino entre el entretenimiento pero firmado por Branagh y con un reparto de cierto empaque solucionará el problema. Pero el verdadero problema es el guion de esta película.
Tras un arranque de historia un tanto prometedor, aquel castillo se arruina pasados los cinco primeros minutos porque este guion no se da cuenta de que existe una diferencia muy grande entre ciencia ficción y absurdo.
Thor se dedica a deambular de ascensor en ascensor, acompañado de algunos de sus fans, como una estrella rockera que se debe a su público. En estas lides, aparece Natalie Portman en uno de los peores papeles que le recuerdo, dispuesta a ejercer de la mejor groupie del rockero. 
Para temblar son aquellas escenas en las que existe un amago de caracterización psicológica del héroe. Esas escenas en las que doma sus temperamentos al calor de la hoguera después de una dosis de adrenalina, enseñándole a la física a saber qué cosas sobre el universo. Porque, según él, ciencia y magia son lo mismo.
Pues no, resulta que ciencia y magia no son lo mismo, ni enamoramiento ni calentón, son lo mismo. Ni muchísimo menos son lo mismo, Pen-Ek Ratanaruang y Kenneth Branagh, bien que lo debe saber el pobre Tadanobu Asano.
Puestas así las cosas, el concierto cósmico que se pega el pobre Thor tiene poco interés, la verdad. Tan poquito que en esta lucha que ha desencadenado Hollywood por encontrar un vencedor entre los superhéroes Thor ha quedado claramente rezagado.  Con un poco de suerte se agontarán los cómics de los que hacer versión y acabaremos con esta plaga.
En cuanto a la película, su estructura dual ayuda un tanto a que el aburrimiento no sea mayor pero la diferencia entre los dos mundos no hace sino acentuar lo grotesco. Tantas y tales son las diferencias entre ambos mundos, tan alejados se nos presentan, que cualquier intento de armonización queda relegado al absurdo, como esa famosa frase de que la magia y la ciencia son lo mismo. 
La historia no terrenal pretende atraer al espectador por un cierto deje trónico con escenarios majestuosos que no encierran entre sus cuatro paredes digitales más chicha que una típica trama palaciega.
La historia terrenal hace aguas por todos los lados porque ni siquiera tiene el oropel de la primera.
Los actores no pueden hacer más que lo que hacen, de ellos no es el desaguisado.

Lo mejor: Los tres primeros minutos
Lo peor: El resto
No recomendable


sábado, 3 de septiembre de 2011

Map of the sounds of Tokyo (Mapa de los sonidos de Tokyo)


Título: Map of the sounds of Tokyo (Mapa de los sonidos de Tokyo)
Año: 2.009/ España /109'
Dirección: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet
Música: Varios
Fotografía: Jean Claude Larrieu
Reparto: Rinko Kikuchi, Sergi López, Min Tanaka, Manabu Oshio, Takeo Nakahara, Hideo Sakaki.

Los valores que tiene esta película tienen que ver y mucho con su escogido título. Maps of the sounds of Tokyo es un homenaje a una ciudad y a una cultura tan antiguas como estimulantes, una cultura en la que muchos occidentales se quedan atrapados a pesar de no estar abierta a las curiosidades. Desde esa perspectiva, esta película reúne una buena cantidad de rincones, colores y sonidos exquisitamente cuidados de Tokyo.
Otra cosa es que es un tanto cansino que, últimamente, haya tantos guiños a diferentes ciudades en las películas de los directores occidentales más afamados. No parece que la originalidad sea el fuerte de la película, está inserta en una tendencia que espero que no se convierta en ley. Y espero que no se convierta porque hay una diferencia muy grande entre situar una historia en una localización de la que se pretende que juegue un papel primordial y que la historia sea un pretexto para pasear mi cámara por la ciudad.
Es evidente que la cámara de Isabel Coixet ha demostrado sobradas dotes de originalidad, personalidad, gusto y sentido fílmico. Pero también es cierto que un recorrido por lo que parece llamarle la atención a Isabel Coixet de Tokyo no es suficiente para urdir y contar una historia interesante. 
Y es que la narración que se nos cuenta en esta película adolece del gran peso que el esteticismo juega en el film. Un gran esteticismo pero esteticismo al fin y al cabo.
La historia no tiene ni fuerza ni peso y hay elementos que distorsionan mucho como el personaje que acompaña los sonidos que produce la protagonista, el narrador, al fin y al cabo. No creo que usar un narrador sea algo que deba estar prohibido en el cine pero, en la película de Coixet estropea más que aclara, despista más que centra.
Y por ahí se van muchas de las bondades de esta película. La historia no acompaña, casi que vemos dos cosas completamente diferentes. Un Tokyo en el que resaltan los colores, las imágenes y las intenciones dándonos envidia por no estar allí y una historia un tanto retorcida y mal planteada que no despierta mayor interés porque no es muy original y porque no está bien contada. El peso de Tokyo se lo ha tragado todo.
Lo mejor: La cámara de Coixet
Lo peor: La narración, el guion.
Pasable



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