Título: Reservation Road (Un cruce en el destino)
Año: 2.007/102'/ EE.UU.
Dirección: Terry George
Guión: Terry George, John Burnham Schwartz (Novela: John Burnham Schwartz)
Música: Mark Isham
Fotografía: John Lindley
Reparto: Joaquin Phoenix, Mark Ruffalo, Jennifer Connelly, Mira Sorvino, Elle Fanning, Eddie Alderson, Antoni Corone, Sean Curley.
El Terry George de Hotel Rwanda, 2.004, nos sugiere en esta ocasión un drama psicológico en el que, por encima de todo, resaltan las interpretaciones de dos actores contrastados que siempre realizan un sólido trabajo, Joaquin Phoenix y, sobre todo, Mark Ruffalo son el alma de esta producción que se escapa de los caminos más trillados del thriller para ahondar en los aspectos intimistas y psicológicos de los personajes que pueblan esta narración. También es meritorio el trabajo de Jennifer Connelly quien siempre cumple con su papel.
Los problemas de los que aqueja la película son dos, por un lado parece haber una tendencia casi folletinesca a mostrar que estamos hablando de un tema extendido por toda la geografía estadounidense y que las asociaciones y las personas que se dedican a luchar contra la impunidad de los culpables de estos delitos queden bien reflejados, tanto en su trabajo como en su día a día personal.
Esa tendencia al realismo, esa deuda que se quiere pagar con esas instituciones aleja a uno de la narración y coloca al devenir de la película un tanto fuera de foco.
Otro aspecto negativo viene de los constantes cortes de ritmo que desigualan la película. La narración es de principio y final pero en el medio los hilos se retuercen o se pierden con lo que el interés queda mediatizado.
En todo caso esos dos errores no desmerecen una cinta interesante que elige un tema complejo como centro de los focos. La forma de vivir la culpa y la venganza ante un hecho tan dramático es la estrella de la narración, es un acierto que una producción de este estilo se aleja de los caminos trillados para ahondar en esos aspectos psicológicos tan difíciles de plasmar y de interpretar, sólo porque cuenta con un reparto de tanto peso el resultado es digno, muy digno, aunque sin llegar a pisar los terrenos de un cinta para recordar.
Otro acierto es, sin duda, el hábil contrapeso sentimental de los dos personajes principales, la madeja de relaciones que se teje alrededor de ellos dos funciona y justifica el trabajo.
Lo mejor: Mark Ruffalo
Lo peor: Fallas en el ritmo
Interesante.