Año: 2.006/106'/ EE.UU.
Dirección: Ryan Fleck
Guion: Ryan Fleck, Anna Boden
Música: Broken-Social-Scene
Fotografía: Andrij Parekh
Reparto: Ryan Gossling, Shareeka Epps, Anthony Mackie, Monique Curnen, Deborah Rush, Jay O. Sanders, Tina Holmes.
El título rebuscado de esta cinta le da a uno muchas pistas sobre lo que vemos. Inmovilización de un personaje sobre otro y viceversa, inmovilización de contrarios para lograr que los contrarios se compensen, para que de las dos tempestades llegue alguna calma.
Ryan Gossling es uno de los actores más interesantes desde hace unos años, ha tenido una presentación y un ascenso tan meteóricos que casi es imprescindible ver todos sus desempeños, incluso la de las peores producciones.
El director, Ryan Fleck, perla su carrera con otra buena cinta.
Aquí da muestras de lo gran actor que es, una interpretación intensa, sesuda, humana, tensa, un lujo. La demostración de lo que es una actuación moderna.
Por otro lado, la película tiene suficiente consistencia para acompañar la soberbia actuación de Gossling. Una historia filmada con mucho oficio y suficiente originalidad en la que los dos personajes ejercen de contrapeso del otro, ambos peligran, cada uno a su manera, de caer en un pozo sin fondo del que no parece que sea fácil escapar. Ambos vienen de ambientes diferentes, ocupan roles sociales diferentes, estratos diferentes, sin embargo se atraen como opuestos que son. No saben muy bien por qué, quizás son leyes naturales, las mismas que llevan a cada quien a su sitio.
Pero hay algo que tuerce el asunto, ambos, al pivotar sobre sí mismos, se atraen. Y el resultado de esa atracción es que ambos se inmovilizan para quedar suspendidos en un delgado alambre que les separa del desastre. Quizás como todos.
Lo mejor: Ryan Gossling
Lo peor:
Buena
No hay comentarios:
Publicar un comentario