Año: 2.012/ 134'/ EE.UU.
Dirección: Judd Apatow
Guion: Judd Apatow
Música: Jon Brion
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Paul Rudd, Leslie Mann, Chris O'Dowd, Jason Segel, Melissa McCarthy, Megan Fox, Albert Brooks, John Lithgow, Iris Apatow, Maude Apatow
Hay una cierta gracia en toda esa anarquía que está en el guion y en la pantalla. Una cierta anarquía que es a la vez un acierto y un fallo, da la sensación de que falta edición de metraje, da la sensación de que quedan cabos sueltos, de que los personajes no están del todo bien perfilados, de que los diálogos no siempre son frescos ni imaginativos, pero sin embargo hay un cierto encanto.
Ese encanto se lo da, precisamente, esa falta de perfección, mucha falta de perfección que posee la película. En el fondo parece que es lo que subyace a todo el conjunto, hay que lidiar, tenemos que lidiar, día a día, con la falta de perfección.
Los personajes y las situaciones son abordadas con el cuchillo entre los dientes, siempre moviéndose hacia delante, sin saber muy bien qué pasará en la próxima escena, pero el conjunto funciona porque los presupuestos iniciales no tienen trampa ni cartón y son los que se desarrollan a lo largo del metraje, nadie miente.
Pero existe un exceso de esa anarquía, sobre todo en algunos puntos, que le impiden a la película ser mejor de lo que realmente es. Porque se usan demasiado los mismos trucos para que el espectador se sonría, demasiado trillado el mismo camino una y otra vez.
De hecho, el largo metraje que posee la película es otra de las cosas que no parecen ser demasiado positivas porque nos hace presenciar los mismos tics una y otra vez.
Y, al final, de tanto dar vueltas sobre sí mismo, esa anarquía parece un tanto impostada.
Más fresca, mucho más conseguida es la primera parte de la película, allí donde la vida en común de la familia explota una cotidianeidad que parece muy bien lograda calcada de cualquier casa con cualquier familia con los mismos o parecidos elementos. Allí la comedia se hace grande y los personajes se encuentran como pez en el agua, pero cuando desaparece ese tono y pretendemos pasar a los planos generales; cuando se trata de darle un cierto sentido de universalidad al asunto, se peca de esa falta de paciencia, de definición, de matización.
Pero, no hay que olvidarse de los primeros minutos, aquellos que quedan allá tan lejos. Aquellos que parecen los más interesantes.
A medida que veo a Paul Rudd más me convence y el reparto, en general, está sobresaliente.
Lo mejor: El reparto y la primera media hora.
Lo peor: La última hora.
Irregular
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