martes, 4 de octubre de 2011

La piel que habito


Título: La piel que habito
Año: 2.011/ 117'/ España
Dirección: Pedro Almodóvar
Guion: Pedro Almodóvar
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: José Luis Alcaine
Reparto: Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, Jan Cornet, Blanca Suárez, Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Roberto Álamo, José Luis Gómez, Fernando Cayo, Susi Sánchez.

Nadie va a descubrir que Almodóvar es uno de los mejores directores que ha dado el cine español, y nadie va a discutir que algunas de sus películas han hecho mucho por el cine en general, dotándolo de lenguajes nuevos y abriendo nuevas ventanas para oxigenar el cine del viejo continente.
Otra cosa es si La piel que habito es una buena y lograda película o no. 
La última película de Almodóvar sigue una línea que nunca ha abandonado y que le ha traído mejores y peores resultados, los amores imposibles, extraños, retorcidos y los personajes que los sufren habitan las cintas del manchego una y otra vez, a veces con un tono dramático, a veces cómico.
Los amores de sus últimas películas están diseñados, también, para que haya una cierta conexión con la realidad de los periódicos y los temas que a todos nos preocupan.
Los sucesos a los que pudimos asistir hace unos pocos años en los que varias personas habian sido secuestradas durante larguísimas temporadas parecen estar detrás del guion de La piel que habito.
En dichos secuestros, algunos de ellos terribles como los que todos recordamos en Austria, parecía que la voluntad del secuestrador consistía en construirse una vida a su medida, lejos de los problemas que azotan las relaciones del mundo real, se construían una realidad paralela en la que obligaban a sus víctimas a ser y hacer lo que ellos soñaban.
Robert, el protagonista, aprovecha una serie de situaciones traumáticas y su propia personalidad para construirse ese mundo en el que puede diseñar la pareja perfecta, su obra.
La ciencia ficción parece ser un añadido nuevo en los guiones de Almodóvar, las piruetas científicas de este guion no aparecen tan explícitamente en otros. Además de esa exageración con el guion que obstruye un tanto la narración, hay otros problemas que alejan más que acercan a La piel que habito de la lista de las mejores películas firmadas por Almodóvar.
Para empezar, esta relectura de Frankenstein carece de las caracterizaciones psicológicas de los personajes que hicieron tan grande aquel Remando al viento de Gonzalo Suárez allá por el 1.988. Esta versión se centra en lo que pasa porque los personajes son una serie de estereotipos dentro de la fauna de Almodóvar, estereotipos que no tienen mayor sorpresa porque ya conocemos sus tics.
La narración parece haberse descompuesto para ser más atractiva pero ese gran flash back no ayuda a interesar, todo lo contrario. Nos interesa más el porqué que el cómo, y los porqués desaparecen del hilo a las primeras de cambio.
Me parece sano que se puedan pensar formas de amor cuyas fronteras y límites pueden hasta transgredir y ofender la moral establecida, es legítimo hacerlo y hoy en día el cine ha sustituido sesudos volúmenes de moral de otros siglos, otra cosa muy diferente es que esa transgresión tenga peso y esté bien contada. En este caso, no.
Las actuaciones masculinas, en general, son desacertadas, curioso en un Banderas al que le sabemos buen actor, y las buenas son las testimoniales de Eduard Fernández o José Luis Gómez. Marisa Paredes hace bueno su personaje y el físico de Elena Anaya pone lo necesario aunque su actuación no es lo mejor de la película.
Alberto Iglesias es lo mejor en bandas sonoras del cine español.


Lo mejor: La fotografía, la banda sonora, Concha Buika
Lo peor: Antonio Banderas, el guion
Floja




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