Año: 2.012/ 109'/ EE.UU.
Dirección: David Ayer
Guion: David Ayer
Música: David Sardy
Fotografía: Roman Vasyanov
Reparto: Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo, America Ferrera, Natalie Martínez, Cody Horn, David Harbour
El mejor activo de esta producción son sus actores. Jake Gyllenhaal es uno de los mejores actores que hay en el circuito y aquí da sobradas muestras de su buen hacer. De Michael Peña se pude decir algo parecido, un actor solvente y fiable que ha dejado unas cuantas actuaciones para la historia, aunque fueran en papeles secundarios.
Esta película cuenta el día a día de unos policías de Los Ángeles que se enfrentan a un grave problema al detectarse la presencia de un cártel de droga en la zona por la que patrullan. Hasta ahí no hay demasiado, una historia antigua con un planteamiento ciertamente poco novedoso. Sin embargo, además del obvio homenaje y de la acción, existe un sentido en lo que vemos. Y no sólo por una buena banda sonora y un reparto de altura liderado, como decía, por dos grandes actores. Existe un sentido que está en la cámara de David Ayer, su forma de rodar, sus planos, sus pausas y sus acelerones permiten comprobar que hay un director y un por qué a lo que estamos viendo.
Hay unos personajes que son retratados a pinceladas hasta que parecen de carne y hueso, existe un sentido para esa ciudad que se ve a lo lejos y a esos suburbios que ejercen de primer plano, de sustancia, para esta historia, previsible, simple, lo que se quiera, pero hay momentos de cine de verdad en esa cámara y, como casi siempre, en las actuaciones de Gyllenhaal.
Más allá existe mucha simplificación y recursos algo burdos como el de las cámaras que van y vienen para dar un sentido de proximidad, un tanto repetitivo.
Lo mejor: Jake Gyllenhaal
Lo peor: No demasiado original
Interesante
Hay unos personajes que son retratados a pinceladas hasta que parecen de carne y hueso, existe un sentido para esa ciudad que se ve a lo lejos y a esos suburbios que ejercen de primer plano, de sustancia, para esta historia, previsible, simple, lo que se quiera, pero hay momentos de cine de verdad en esa cámara y, como casi siempre, en las actuaciones de Gyllenhaal.
Más allá existe mucha simplificación y recursos algo burdos como el de las cámaras que van y vienen para dar un sentido de proximidad, un tanto repetitivo.
Lo mejor: Jake Gyllenhaal
Lo peor: No demasiado original
Interesante
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