Título: Veronica Guerin
Año: 2.003/96' EE.UU.
Dirección: Joel Schumacher
Guión: Carol Dole & Mary Agnes Donoghue
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Brendan Galvin
Reparto: Cate Blanchett, Ciaran Hinds, Gerard McSorley, Brenda Fricker
Tiene Joel Schumacher en su carrera cosas que sí, Falling Down (Un Día de Furia/1.992) y cosas que no, The Number 23 (El número 23/2.007). Veronica Guerin es de las que no. Y tiene este biopic de la periodista dos fallos que estropean la película. El primero Cate Blanchett, mala actriz donde las haya que, pese a trabajar mucho, no aporta más que una piel bonita a las películas que interpreta; en esta ocasión llega a hacer repulsivo el personaje al que se le rinde tributo, cosa que por otro lado, tiene su mérito según se mire. Es cierto que muchos periodistas tienen su cosa amarilla que le lleva a uno a querer escapar de la profesión, también es verdad que para escribir de todo y hablar de todo, como hacen algunos periodistas, uno debe tener bastante poco sentido del ridículo, pero Cate Blanchett/Veronica Guerin logra mostrar todos los defectos de un periodista métemeentodo, que sigue un discurso de investigación caótico y pueril y con una personalidad bastante inaguantable. Mucho me temo que esas son las virtudes que le quedan a uno del personaje tamizado por la interpretación de la Blanchett y no por ser características originales de Veronica por las cosas que he leído. Para la antología de una mala interpretación queda la escena en la que Blanchett recibe un tiro en un muslo y el desempeño es el de un ataque de diarrea. Vamos, que confunde los términos.
El segundo problema es de difícil solución, un guión malo, incomprensible, lleno de lagunas acerca de cómo realizó la periodista su investigación en torno al mundo de las drogas en Irlanda.
La historia es dura y busca realismo aunque se percibe exagerados algunos de los minutos de metraje en los que se persigue dar a entender al espectador la realidad de la situación con planos de mares de jerenguillas en las calles.
La cutrez tampoco debe ser sinónimo de honradez y allí donde un director irlandés cuenta historias sociales duras como Stephen Frears mediante la plasmación de lo real, aquí Schumacher tiende a la pobreza de medios más que al realismo.
El nombre de una persona valiente cuya lucha supuso un cambio en los modos sociales de su comunidad no basta para realizar ni justificar este pobre homenaje.
Lo mejor: Dos secundarios de la talla de Gerard McSorley y Ciaran Hinds
Lo peor: Cate Blanchett y el guión.
Nada recomendable.
El segundo problema es de difícil solución, un guión malo, incomprensible, lleno de lagunas acerca de cómo realizó la periodista su investigación en torno al mundo de las drogas en Irlanda.
La historia es dura y busca realismo aunque se percibe exagerados algunos de los minutos de metraje en los que se persigue dar a entender al espectador la realidad de la situación con planos de mares de jerenguillas en las calles.
La cutrez tampoco debe ser sinónimo de honradez y allí donde un director irlandés cuenta historias sociales duras como Stephen Frears mediante la plasmación de lo real, aquí Schumacher tiende a la pobreza de medios más que al realismo.
El nombre de una persona valiente cuya lucha supuso un cambio en los modos sociales de su comunidad no basta para realizar ni justificar este pobre homenaje.
Lo mejor: Dos secundarios de la talla de Gerard McSorley y Ciaran Hinds
Lo peor: Cate Blanchett y el guión.
Nada recomendable.
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