Título: Leave Her To Haven (Que el Cielo la Juzgue)
Año: 1.945/ 110'/ USA
Dirección: John M. Stahl
Guión: Jo Swerling
Música: Alfred Newman
Fotografía: Leon Shamroy
Reparto: Gene Tierney, Cornel Wilde, Jeanne Crain, Vincent Price
Mientras veía esta película no podía dejar de pensar en Bette Davis. ¡Qué bien iría esa notable actriz para este gran papel!. Con eso no quiero decir que Gene Tierney no esté bien, todo lo contrario, consigue nota alta en un trabajo dificílisimo encarnando al personaje de Ellen Berent.
La moda que tuvo el psicoanálisis en las prímeras décadas del siglo XX en Europa llega al cine y a la literatura de forma arrolladora. En este largo del gran director John M. Stahl, esta evidencia salta a la vista desde el primer momento.
La psicótica fijación que Ellen/Gene desencadena por Cornel Wilde/Arthur tiene claras connotaciones freudianas. Complejo de Electra, en este caso, que va desarrollando la trama hasta presentarnos a un personaje que llega hasta límites insospechados debido a ese complejo.
Son muchos más los ejemplos en el terreno del cine del otro gran complejo freudiano, el de Edipo, son innumerables las películas que han bebido de la literatura del médico vienés para desarrollar sus tramas.
Es innegable que plantear, aunque entre líneas, estos asuntos al gran público en estos momentos no deja de ser arrojado.
Por otro lado sorprende, como en todos los grandes clásicos, la modernidad de su dirección, de las interpretaciones y de los planteamientos. La circularidad de la narración mediante un gran flash back, reserva las últimas pinceladas del drama de forma inteligente.
Es esta una película en la que hay que destacar por encima de todo la actuación de la gran mayoría de sus actores, especialmente, los femeninos. Además no se puede dejar de ver esta película sin observar la magnífica dirección de quien codirigió con Lubitsch The Student Prince in Old Heidelberg (El Príncipe Estrudiante 1927).
Lo mejor: Los papeles femeninos
Lo peor: Nada destacable en este apartado
La moda que tuvo el psicoanálisis en las prímeras décadas del siglo XX en Europa llega al cine y a la literatura de forma arrolladora. En este largo del gran director John M. Stahl, esta evidencia salta a la vista desde el primer momento.
La psicótica fijación que Ellen/Gene desencadena por Cornel Wilde/Arthur tiene claras connotaciones freudianas. Complejo de Electra, en este caso, que va desarrollando la trama hasta presentarnos a un personaje que llega hasta límites insospechados debido a ese complejo.
Son muchos más los ejemplos en el terreno del cine del otro gran complejo freudiano, el de Edipo, son innumerables las películas que han bebido de la literatura del médico vienés para desarrollar sus tramas.
Es innegable que plantear, aunque entre líneas, estos asuntos al gran público en estos momentos no deja de ser arrojado.
Por otro lado sorprende, como en todos los grandes clásicos, la modernidad de su dirección, de las interpretaciones y de los planteamientos. La circularidad de la narración mediante un gran flash back, reserva las últimas pinceladas del drama de forma inteligente.
Es esta una película en la que hay que destacar por encima de todo la actuación de la gran mayoría de sus actores, especialmente, los femeninos. Además no se puede dejar de ver esta película sin observar la magnífica dirección de quien codirigió con Lubitsch The Student Prince in Old Heidelberg (El Príncipe Estrudiante 1927).
Lo mejor: Los papeles femeninos
Lo peor: Nada destacable en este apartado
Muy recomendable.
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