Título: When in Rome (En la boda mi hermana)
Año: 2010/ 91'/ EE.UU.
Dirección: Mark Steven Johnson
Guion: David Diamond, David Weissman
Música: Christopher Young
Fotografía: John Bailey
Reparto: Kristen Bell, Josh Duhamel, Danny DeVito, Anjelica Huston, Don Johnson, Alexis Dziena, Will Arnett, Jon Heder, Dax Shepard, Keir O´Donnell, Peggy Lipton
Vergonzosa película en la que es difícil poder tratar con cierto cariño algún elemento. Puestos a hacer algo con ella, puede el espectador montar apuestas para dilucidar qué es lo peor. ¿Se trata del guion?, ¿la dirección?, ¿los actores?, la verdad es que yo le daría el premio a todos porque no hay nada que merezca salvarse en estas fallas.
No sé cómo ha podido pasar pero de este director ya he visto un trabajo, Ghost Rider, 2007; y aún así, después de aquel producto con el que Nicolas Cage comenzó a utilizar el cine para pagar sus deudas de hacienda, me he atrevido a volver a tropezar con la misma piedra.
Porque When in Rome es cine del malo con mayúsculas, en primer lugar porque el guion no deja títere con cabeza y se empeña en que los pobres actores hagan y digan una serie de estupideces tan banales que desgracian cualquier atisbo de cine.
Los actores son tan planos y mediocres que merece la pena ver la película para poder distinguir entre lo que es el oficio de actor y lo que estos señores se dedican a hacer.
Quizás la película tiene un aliciente y es pasarse un buen rato dilucidando por qué Danny DeVito y sobre todo Angelica Huston han elegido este guion.
Defiendo que para apreciar el buen cine hay que ver cosas como ésta, pero de verdad que es casi un sufrimiento.
Triste, sosa y sin chicha.
No recomendable
No sé cómo ha podido pasar pero de este director ya he visto un trabajo, Ghost Rider, 2007; y aún así, después de aquel producto con el que Nicolas Cage comenzó a utilizar el cine para pagar sus deudas de hacienda, me he atrevido a volver a tropezar con la misma piedra.
Porque When in Rome es cine del malo con mayúsculas, en primer lugar porque el guion no deja títere con cabeza y se empeña en que los pobres actores hagan y digan una serie de estupideces tan banales que desgracian cualquier atisbo de cine.
Los actores son tan planos y mediocres que merece la pena ver la película para poder distinguir entre lo que es el oficio de actor y lo que estos señores se dedican a hacer.
Quizás la película tiene un aliciente y es pasarse un buen rato dilucidando por qué Danny DeVito y sobre todo Angelica Huston han elegido este guion.
Defiendo que para apreciar el buen cine hay que ver cosas como ésta, pero de verdad que es casi un sufrimiento.
Triste, sosa y sin chicha.
Lo mejor
Lo peor: El guionNo recomendable
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