Título: Dobro pozhalovat, ili postoronnim vkhod vospreschchyon (Bienvenidos o prohibida la entrada a los extraños)
Año: 1.964 / 74'/ URSS
Dirección: Elem Klimov
Guion: Semyon Lungin, Ilya Nusinov
Música: Mikael Tariverdiyev, Igor Yakushenko
Fotografía: Anatoli Kuznetsov
Reparto: Evgeni Evstigneev, Arina Alejnikova, Ilya Rutberg, Lidiya Smirnova, Aleksei Smirnov, Nina Shatskaya, Viktor Kosykh, Yuri Bondarenko, Lidiya Volkova, Tatyana Barysheva.
Entrañable película que hay que leer en clave de parodia a un modelo de sociedad; sátira inteligente y adelantada a su época que utiliza un campamento de niños para hacer sangre de aquellos que se empeñan en controlarlo todo y ordenarlo todo.
Bajo las órdenes y preceptos de carácter marcial, se impone la vitalidad de unos niños que la única regla que conocen es la de la felicidad.
A pesar de vivir en un régimen de tales características, la camaradería y la solidaridad se imponen en el campamento y aquellos que se pliegan a los dictados del poder, encontrarán la horma de su zapato.
Las familias comprenderán y acatarán que, por encima de las reglas, se impone la manera de disfrutar de los niños, incluso, en un guiño a la galería, el hombre importante cercano a Moscú, se pone del lado de los niños relajando los códigos y las conductas.
La película derrocha frescura y momentos muy Tati pero con un lenguaje original y personal que se trasluce en la manera en la que están narradas las diferentes anécdotas.
A lo largo del metraje se destila la visión de que el hombre en el campo, ajeno a las triquiñuelas y zancadillas políticas de la ciudad es donde se encuentra realmente a sí mismo. La naturaleza que rodea y permea el campamento muestra esa idea tan rousseauniana del buen salvaje, ajeno a ese adoctrinamiento tan férreo de las dictaduras, sean del color que sean.
El uso de actores no profesionales y las escenas multitudinarias acaban ahondando en esas premisas.
Dentro de la vitalidad que caracteriza al largometraje, los caracteres en los que se definen los niños y los cuidadores están muy bien esbozados. Con apenas unos retazos existen verdaderos personajes, algo muy difícil de conseguir.
Dentro de la vitalidad que caracteriza al largometraje, los caracteres en los que se definen los niños y los cuidadores están muy bien esbozados. Con apenas unos retazos existen verdaderos personajes, algo muy difícil de conseguir.
Muy teatral y efectiva.
Lo mejor: El guion
Lo peor: Lo mejores momentos de comedia se ven alterados con otros menos brillantes.
Recomendable
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