Título: Låt den rätte komma in (Déjame Entrar)
Año: 2.008/ 114' / Suecia
Dirección: Tomas Alfredson
Guión: John Ajvide Lindqvist
Música: Johan Söderqvist
Reparto: Kare Hedebrant, Line Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl
Las críticas que ha recibido este film han sido muy buenas y ha recopilado un buen ramillete de prestigiosos premios y no es para menos.
Este director ha conseguido contar una historia tremendamente interesante e impactante. El trailer es una trampa comercial porque se nos pone en la pista de algo que la película no es. O, al menos, sólo es como reclamo. No estamos ante una película de terror ni afín al género gore, ni mucho menos. Se trata de una elegante e intligente historia de amor.
Es verdad que existen escenas en las que la sangre es la protagonista y que se trata de una película con bicho, hasta ahí de acuerdo, pero habría que asemejar este guión a otros cientos o miles de los que han hecho grande la historia del cine contando una cosa tan sencilla como el enamoramiento entre dos personas. Lo que ocurre, aquí vienen los problemillas, es que una tiene un pequeño pero. En este caso no es que se deje pelos en el lavabo, el problemilla es algo más serio. Pero es la misma historia con la que hemos disfrutado con Frankenstein, Drácula, Benjamin Button (no la hemos disfrutado mucho, pero bueno) o Romeo. Todos estos galanes contaban con un pero, pero el amor, acabó triunfando.
Esa fórmula tan manida, pero tan efectiva, es la que hace que este film sea un gusto para el paladar. Sus formas narrativas son exquisitas; su fotografía y sus tiempos, los justos y necesarios.
Hay que hacer mención especial de una Lina Leandersson que está a una altura más que sobresaliente, igual que todos los secundarios; no se puede decir lo mismo del bueno de Kare/Oskar que pasea por la pantalla regalándole a su personaje algunos tics con los que pretende salvar el entuerto, pero no lo consigue. Literalmente el personaje de Lina lo apabulla hasta comérselo en cada escena. La fuerza del personaje también ayuda, no hay que olvidarlo.
Hay amores que matan, nunca mejor dicho. Una delicia.
Lo mejor: Lina Leandersson, el guión
Lo peor: Kare Hedebrant
Muy recomendable
Este director ha conseguido contar una historia tremendamente interesante e impactante. El trailer es una trampa comercial porque se nos pone en la pista de algo que la película no es. O, al menos, sólo es como reclamo. No estamos ante una película de terror ni afín al género gore, ni mucho menos. Se trata de una elegante e intligente historia de amor.
Es verdad que existen escenas en las que la sangre es la protagonista y que se trata de una película con bicho, hasta ahí de acuerdo, pero habría que asemejar este guión a otros cientos o miles de los que han hecho grande la historia del cine contando una cosa tan sencilla como el enamoramiento entre dos personas. Lo que ocurre, aquí vienen los problemillas, es que una tiene un pequeño pero. En este caso no es que se deje pelos en el lavabo, el problemilla es algo más serio. Pero es la misma historia con la que hemos disfrutado con Frankenstein, Drácula, Benjamin Button (no la hemos disfrutado mucho, pero bueno) o Romeo. Todos estos galanes contaban con un pero, pero el amor, acabó triunfando.
Esa fórmula tan manida, pero tan efectiva, es la que hace que este film sea un gusto para el paladar. Sus formas narrativas son exquisitas; su fotografía y sus tiempos, los justos y necesarios.
Hay que hacer mención especial de una Lina Leandersson que está a una altura más que sobresaliente, igual que todos los secundarios; no se puede decir lo mismo del bueno de Kare/Oskar que pasea por la pantalla regalándole a su personaje algunos tics con los que pretende salvar el entuerto, pero no lo consigue. Literalmente el personaje de Lina lo apabulla hasta comérselo en cada escena. La fuerza del personaje también ayuda, no hay que olvidarlo.
Hay amores que matan, nunca mejor dicho. Una delicia.
Lo mejor: Lina Leandersson, el guión
Lo peor: Kare Hedebrant
Muy recomendable
A mi esta película también me gusto, sobre todo lo creible del personaje de la protagonista, como dices, así como el entorno en el que se desenvuelve la historia. Creo que el personaje del niño no es sólo que lo haga peor sino que tiene que estar apabullado a la fuerza por la protagonista, es lo más coherente con la historia. No sería creible un personaje con más personalidad, desentonaría.
ResponderEliminarMe has recordado las ganas que tenía de leer el libro en el que se basa la película, en donde se desarrollan mucho más hilos argumentales que aquí solo se insinúan, como la relación de la niña con el padre, por ejemplo.
Me ocurrió igual con Desgracia, una película ambientada en la Sudafríca postaparteid basada en un libro del nobel Coetzee, que tengo ganas de que veas y comentes, porque a mi me gustó mucho, sobre todo un John Malkovich espléndido. Es un buen contrapunto al Invitus de Eastwood. En este caso si leí el libro, que me sorprendío por el estilo de contarlo en tercera persona, con un distanciamiento absoluto del autor hacia el protagonista, le acabas cogiendo rechazo a ambos. Tras leerlo, creo que la película es una adaptación muy acertada y enriquecedora.
Saludos