Título: Gigantic
Año: 2.008/ 97'/ Estados Unidos
Dirección: Matt Aselton
Guión: Matt Aselton, Adam Nagata
Música: Roddy Bottum
Fotografía: Peter Donahue
Reparto: Paul Dano, Zooey Deschanel, John Goodman, Edward Asner, Jane Alexander, Leven Rambin
Esta comedia tiene dos cosas que la hacen interesante, en primer lugar un reparto consistente de buenos actores de los que destaco tres, el primero es John Goodman, por supuesto, el segundo Paul Dano de quien hay que ver su trabajo en There Will Be Blood (Pozos de Ambición, Thomas Anderson, 2.007) para saber lo que podemos esperar de este actor. El tercero es Edward Asner, actor más que famoso por su pasado pero que deja en esta película una perla de actuación con este papel secundario.
El otro elemento que hace esta producción interesante es un guión guirlado de la suficiente originalidad para convertirse en una agradable sorpresa.
Hay algunos giros que hacen que esta producción se aparte de los estilos convencionales al uso en este tipo de género. Para empezar los sentimientos que se suelen etiquetar al personaje femenino y al masculino parecen cambiados y es un motivo de sorpresa a lo largo del guión ver cómo se juega con este punto para conseguir resoluciones a situaciones bastante novedosas y sorpresivas.
Existe un personaje inquietante que merece un poco de atención, me refiero al vagabundo que agrede al personaje interpretado por Paul Dano en algunas ocasiones a lo largo del metraje, ese personaje tiene desde su aparición un algo del Álex de Kubrick, sobradamente evidente por la forma en la que lleva la barra de hierro en su primera escena aparte de su sed de violencia. Creo que este elemento tan variopinto del guión tiene que ver con esa transmutación de los valores masculinos y femeninos a lo largo de la narración. El viejo hombre tipo masculino, amenazado por la extinción que se le viene encima en este mundo de mujeres en que, según los sociólogos, se está convirtiendo el siglo XXI, se defiende del rival e intenta hacerle desaparecer como sea. Es precisamente cuando el protagonista vence y sus valores se imponen cuando ese hombre cavernícola, barbudo y agresivo desaparece de su vida, en cierto modo es él mismo el que vence, el que controla su agresividad y se deja llevar ya no por lo masculino. De hecho Zooey Deschanel le grita en un momento de discusión que por lo menos se enfade.
El personaje de Paul Dano, muy bien construido, define esos nuevos hombres del siglo XXI que ya no ven a las mujeres como oponentes y que no sienten su masculinidad agredida por los nuevos valores que imperan en la sociedad. Ante esas nuevas perspectivas son evidentes las dudas de Harriet (Zooey) que tendrá que aprender a lidiar con este nuevo tipo de hombre.
El enredo se completa con una pléyade de secundarios que ennoblece todavía más la narración a base de situaciones delirantes que deben ser interpretadas por el espectador porque el guión decide enseñar un poco mediante la acción pero esconder mucho para que el espectador llegue allí.
Es ese un aspecto que tiene sus luces y sus sombras porque no acaba de ofrecer una coherencia interna el guión, no sabemos si se trata de una comedia surrealista, una sátira social, o qué, pero existe la sensación de que nos hemos quedado a medio camino de algo más serio. Aún así, aciertos hay suficientes para acercarse a ver esta trama delirante con buena dosis de modernidad.
Lo mejor: Paul Dano
Lo peor: No acabar de aterrizar
Interesante
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