Título: Like crazy
Año: 2.011/ 89'/ EE.UU.
Dirección: Drake Doremus
Guion: Drake Doremus, Ben York Jones
Música: Dustin O´Halloran
Fotografía: John Guleserian
Reparto: Felicity Jones, Anton Yelchin, Jennifer Lawrence, Charlie Bewley, Alex Kingston, Oliver Muirhead, Finola Hughes, Chris Messina, Ben York Jones
Otro producto proveniente del cine independiente americano que tantas sorpresas nos ha deparado desde que han empezado a darse cuenta, hace unas décadas, que este tipo de cine también vende.
Esta producción ha cosechado grandes críticas y lo cierto es que hay cosas interesantes pero también las hay menos.
Uno de los elementos que convierten a una película en grande es el hecho de que la historia y su forma de abordarla, su narración, trasciendan la pura anécdota para alcanzar un poco de la experiencia personal de cada espectador. Si esto no se consigue, no se logra esa simpatía o cercanía con lo que estamos presenciando. Es lo que, clásicamente, se ha llamado universalidad y, si bien, no es un concepto que goce de demasiada popularidad, sí es cierto que parece ser un patrón de esas películas que llamamos grandes. En este caso que nos ocupa no veo esa posibilidad de trascendencia. Es cierto que presenciamos el desarrollo de un amor que sufre de los períodos normales que parecen pasar todas las relaciones, o la gran mayoría; esos períodos de pasión desmedida y enfriamiento que todo el mundo conoce. Pero también es verdad que en esta situación, hay aspectos que nos alejan de la posibilidad de ver reflejada en la historia el devenir normal de dos amantes. No todos tienen que pasar por las vicisitudes de tener un océano por medio, no todos, sinceramente, tienen que decantarse entre Jennifer Lawrence y alguien más. La presencia casi testimonial de esta actriz que ha irrumpido como un ciclón desde Winter Bones, no ayuda a acercarse a la esencia de lo que cuenta porque no es del todo normal tener que despreciar a Jennifer Lawrence dos veces.
Pese a no contar con lo necesario para alcanzar esas cotas necesarias para convertirse en algo grande, sí que posee otras que la hacen merecedora de interés, especialmente la manera en la que está narrada la película. Se aborda con ese sello que empieza a ser marca registrada del cine independiente de los últimos dos años. Dejar que el espectador rellene la historia con planos originales donde la banda sonora ocupa el papel del guion hablado, la búsqueda de la originalidad..., es cierto que todo está allí, pero empieza a resultar un tanto cansino si es que vemos una selección del mejor cine independiente norteamericano de los últimos dos años. Allí encontraremos películas como Blue Valentine, Cianfrance, 2.010 que consigue éxito en donde Like Crazy consigue sólo resultados interesantes.
Tampoco ayuda mucho a conectar con esta historia el flojo desempeño de una Felicity Jones que no ofrece mucho en este papel. Su actuación debería estar más dotada de fuerza y de la personalidad necesaria para que su pareja en la película se sienta tan atraído.
Lo mejor: El ritmo
Lo peor: Felicity Jones
Interesante
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