Título: Perfect sense
Año: 2.011/ 88'/ Gran Bretaña
Dirección: David Mackenzie
Guion: Kim Fupz Aakeson
Música: Max Richter
Fotografía: Giles Nuttgens
Reparto: Ewan McGregor, Eva Green, Connie Nielsen, Ewen Bremner, Stephen Dillane, Denis Lawson
Pedante película que aprovecha una vuelta de tuerza del producto de la imaginación de Saramago para ofrecer un galería de momentos románticos que no ofrecen ninguna coherencia ni interés.
La voz en off de una desdibujada Eva Green, quien da sobrados síntomas del efecto James Bond, mientras mediante un discurso de corte televisivo se ofrece un popurrí de instantáneas sobre el mundo, el amor y demás es lo peor de esta película.
Es bastante evidente que el guion quiere ofrecernos el ejemplo de un amor puro, exento de la contaminación que los sentidos imponen, pero, por un lado es absurdo, y por otro, los personajes están tan mal dibujados que no ofrecen sintonía, en especial, insisto una Eva Green que además de palmito, no enseña nada más.
Ewan McGregor, gran actor, hace lo que puede con un personaje mejor construido que se adentra en ese mundo de Saramago para ofrecer, escena tras escena, el mismo resultado al principio que al final.
Entre tanto despropósito hay tiempo para alguna escena de sonrojo como el ataque de ira de la superespecialista en epidemiología y la oportunidad para comprobar que no hay buen hospital que se precie donde nadie haga nada.
La mayor ciencia ficción que posee el film es la de hacernos creer que existe un restaurante inglés en el que se come bien.
La mayor ciencia ficción que posee el film es la de hacernos creer que existe un restaurante inglés en el que se come bien.
Esta película sufre de lo peor que puede sufrir una cinta que es la pedantería sumada a la megalomanía.
En todo caso no se descubre nada nuevo porque los dos protagonistas ya lo dicen bien claro, son imbéciles.
Lo mejor: Ewan McGregor
Lo peor: Eva Green
No recomendable
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