Título: Sophie's Choice (La Decisión de Sophie)
Año: 1.982/157'/ USA
Dirección: Alan J. Pakula
Guión: Alan J. Pakula (Novela: William Styron)
Música: Marvin Hamlisch
Reparto: Meryl Streep, Kevin Kline, Peter MacNicol, Rita Karin
La sucesión de premios de este largo no tiene fin, a la cabeza se situó un merecido Óscar para Meryl Streep, la actriz más nominada de la historia del cine. Tiene Pakula una carrera más que correcta en la que alternan títulos interesantes con algún que otro fiasco.
En esta ocasión nos ofrece una dura historia basada en la novela del gran Styron. Realizar una película que tenga como temática la shoa ya es haberse ganado la seriedad que el tema requiere. La verdad es que para mí se trata del hecho más dramático de la historia europea, del momento en el que el sueño ilustrado se viene abajo y aquellos ideales de individuos críticos se desvanece en el aire que congestiona el mismo país que vio nacer a Kant.
La cinta juega a enseñar las consecuencias que tuvieron para los supervivientes aquellos años terribles. La verdad es que el análisis es desolador. Sophie da la razón a quienes, como Primo Levi, dicen que los que sobrevivieron algo malo tuvieron que hacer. Esos fantasmas del pasado persiguen a una Sophie que no puede dejar de atormentarse. Un magnífico Kevin Kline representa un presente eufórico tras la guerra, consciente de lo que ocurrió y por tanto dispuesto a beberse la vida a cada sorbo. El futuro lo representa ese escritor soñador que necesita reconfortar a lo que él cree que no es más que una víctima. La decisión de Sophie no es la que tomó en su momento en el campo de concentración, la decisión de Sophie es cómo acepta convivir con el pasado. La decisión, lógica.
Con estos mimbres, la película tiene momentos de brillantez que se alternan con otros no tan lúcidos. Especialmente desafortunadas son algunas escenas de la relación entre los tres personajes en las que algunas situaciones no son bien resueltas. La transición entre el pasado y el presente está bastante forzada y el personaje del narrador es un argumento fílmico pasado de moda.
Pero, en líneas generales, la cinta se deja ver a pesar de su metraje.
Lo mejor: Meryl Streep
Lo peor: La figura del narrador
Pasable.
La cinta juega a enseñar las consecuencias que tuvieron para los supervivientes aquellos años terribles. La verdad es que el análisis es desolador. Sophie da la razón a quienes, como Primo Levi, dicen que los que sobrevivieron algo malo tuvieron que hacer. Esos fantasmas del pasado persiguen a una Sophie que no puede dejar de atormentarse. Un magnífico Kevin Kline representa un presente eufórico tras la guerra, consciente de lo que ocurrió y por tanto dispuesto a beberse la vida a cada sorbo. El futuro lo representa ese escritor soñador que necesita reconfortar a lo que él cree que no es más que una víctima. La decisión de Sophie no es la que tomó en su momento en el campo de concentración, la decisión de Sophie es cómo acepta convivir con el pasado. La decisión, lógica.
Con estos mimbres, la película tiene momentos de brillantez que se alternan con otros no tan lúcidos. Especialmente desafortunadas son algunas escenas de la relación entre los tres personajes en las que algunas situaciones no son bien resueltas. La transición entre el pasado y el presente está bastante forzada y el personaje del narrador es un argumento fílmico pasado de moda.
Pero, en líneas generales, la cinta se deja ver a pesar de su metraje.
Lo mejor: Meryl Streep
Lo peor: La figura del narrador
Pasable.
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