Título: The Sorcerer's Apprentice (El Aprendiz de Brujo)
Año: 2.010/111'/ USA
Dirección: Joel Turteltaub
Guión: Lawrence Konner, Matt Lopez, Mark Rosenthal
Música: Trevor Rabin
Fotografía: Bojan Bazelli
Reparto: Nicolas Cage, Jay Baruchel, Teresa Palmer, Alfred Molina
Hay una escena de esta película que quizás merezca la pena el esfuerzo de ver el resto de la misma, me refiero a la recreación de la famosa escena del ratón Mickey utilizando los poderes recién adquiridos de su maestro para hacer las tareas de limpieza del local de trabajo. El protagonista de esta película se ve en el mismo trance y decide hacer lo mismo que Mickey, personalmente esa escena me ha salvado la película por lo bien lograda que está y las connotaciones que posee.
El resto es bastante prescindible porque no tiene ni una pizca de interés más allá de cuatro efectos especiales y cuatro chistes no muy bien contados.
Nicolas Cage es un actor al que respeto mucho por los papeles tan importantes que ha hecho en otros momentos, pero sus últimas elecciones parecen marcadas más por sus problemas con hacienda que por sus dotes interpretativas. Un desperdicio para un actor de esta talla.
Teresa Palmer tiene cara para el cine y en otras películas recientes se puede ver que también tiene tipo para esto, otra cosa es si esa cara puede llegar a ser una grande del cine, de momento yo apostaría que no.
De Alfred Molina casi podría decir lo mismo que de Nicolas Cage, es un gran actor que ha sido encasillado por Hollywood en papeles de villano en producciones de superhéroes y el resultado es que su carrera se ve empañada por cosas como ésta.
De los protagonista ya sólo nos queda Jay Baruchel que posee un buen repertorio de tics y gestos para actuar pero me queda la sensación de que los usa en los momentos equivocados.
Monica Bellucci le ha dado al cine unos bellos primeros planos pero nunca actuaciones solventes.
La grandilocuencia que Hollywood usa para estas narraciones no engrandece estos guiones que, por otro lado, tienen unas líneas generales tan previsibles que podríamos contar la película escena por escena si hemos visto dos de este estilo y nos dejan ver el trailer. Los equipos de guionistas tienen que trabajar sobre modelos tan prefijados que el margen de originalidad que se permiten es muy pero que muy limitado.
Las hemos visto peores pero desde luego ya casi se me ha olvidado por completo lo que acabo de ver, recuerdo unos niños comiendo palomitas, recuerdo unas cuantas explosiones pero poco más.
Lo mejor: La belleza de Nueva York de noche
Lo peor: Ni pizca de originalidad
No recomendable
El resto es bastante prescindible porque no tiene ni una pizca de interés más allá de cuatro efectos especiales y cuatro chistes no muy bien contados.
Nicolas Cage es un actor al que respeto mucho por los papeles tan importantes que ha hecho en otros momentos, pero sus últimas elecciones parecen marcadas más por sus problemas con hacienda que por sus dotes interpretativas. Un desperdicio para un actor de esta talla.
Teresa Palmer tiene cara para el cine y en otras películas recientes se puede ver que también tiene tipo para esto, otra cosa es si esa cara puede llegar a ser una grande del cine, de momento yo apostaría que no.
De Alfred Molina casi podría decir lo mismo que de Nicolas Cage, es un gran actor que ha sido encasillado por Hollywood en papeles de villano en producciones de superhéroes y el resultado es que su carrera se ve empañada por cosas como ésta.
De los protagonista ya sólo nos queda Jay Baruchel que posee un buen repertorio de tics y gestos para actuar pero me queda la sensación de que los usa en los momentos equivocados.
Monica Bellucci le ha dado al cine unos bellos primeros planos pero nunca actuaciones solventes.
La grandilocuencia que Hollywood usa para estas narraciones no engrandece estos guiones que, por otro lado, tienen unas líneas generales tan previsibles que podríamos contar la película escena por escena si hemos visto dos de este estilo y nos dejan ver el trailer. Los equipos de guionistas tienen que trabajar sobre modelos tan prefijados que el margen de originalidad que se permiten es muy pero que muy limitado.
Las hemos visto peores pero desde luego ya casi se me ha olvidado por completo lo que acabo de ver, recuerdo unos niños comiendo palomitas, recuerdo unas cuantas explosiones pero poco más.
Lo mejor: La belleza de Nueva York de noche
Lo peor: Ni pizca de originalidad
No recomendable
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