Título: Adam
Año: 2.009/ 99'/ USA
Dirección: Max Mayer
Guión: Max Mayer
Música: Christopher Lennertz
Fotografía: Seamus Tierney
Reparto: Hugh Dancy, Rose Byrne, Frankie Faison, Peter Gallagher
Correcta producción que posee unos cuantos aciertos. La definición de los personajes principales tiene su mérito. Un asperger cuya caracterización es impecablemente llevada a cabo por Hugh Dancy y en el que reconocemos todo los síntomas de una persona que padece este desorden, falta de contacto visual, problemas para leer y emitir sentimientos, obsesiones compulsivas por diferentes asuntos. Rose Byrne también realiza su trabajo con corrección y nos acerca un personaje menos interesante pero con matices. Quizás algunos problemas de guión como el enamoramiento casi freudiano de su padre, que se resuelve a tontas y a locas, no le dejan brillar un poquito más.
La propuesta funciona, especialmente al principio, mientras ambos personajes se conocen y no deben limitarse a su historia sino que nos presentan su vida cotidiana y sus momentos triviales. La película avanza con decisión y buenas maneras por una presentación que hace que nos prometamos mejores minutos de los que después suceden.
Y es que la película decae porque no hay demasiado que contar a partir de ahí. La conexión entre ambos está cargada con las previsibles tensiones que se preveen desde el primer momento, pero se cuentan y se ruedan sin fuerza y sin tensión. Tampoco ayuda a sostener el tono la historia paralela que peca de floja y previsible. De todas maneras necesaria para alcanzar un desenlace que tiene su mérito y recobra la brillantez de los primeros minutos.
Lejos de los errores, la frescura de los primeros quince minutos es lo que debe pesar a la hora de juzgar el largo. Las líneas de definición de caracteres se salen de los bobalicones tópicos de muchas de estas producciones que caminan entre el melodrama y los tópicos sin mucho que ofrecer. Este no es el caso y, a pesar de que se tiran a la basura los interesantes inicios, consigue una honra decente que es material para justificar la película pero, por desgracia, no mucho más. Cierta frescura y ligereza que no son condiciones suficientes para alcanzar un cine de altura.
Lo mejor: La definición de los personajes.
Lo peor: Falta de tensión y de ideas de un guión que avanza rápido y decae a las primeras de cambio
Levemente recomendable.
La propuesta funciona, especialmente al principio, mientras ambos personajes se conocen y no deben limitarse a su historia sino que nos presentan su vida cotidiana y sus momentos triviales. La película avanza con decisión y buenas maneras por una presentación que hace que nos prometamos mejores minutos de los que después suceden.
Y es que la película decae porque no hay demasiado que contar a partir de ahí. La conexión entre ambos está cargada con las previsibles tensiones que se preveen desde el primer momento, pero se cuentan y se ruedan sin fuerza y sin tensión. Tampoco ayuda a sostener el tono la historia paralela que peca de floja y previsible. De todas maneras necesaria para alcanzar un desenlace que tiene su mérito y recobra la brillantez de los primeros minutos.
Lejos de los errores, la frescura de los primeros quince minutos es lo que debe pesar a la hora de juzgar el largo. Las líneas de definición de caracteres se salen de los bobalicones tópicos de muchas de estas producciones que caminan entre el melodrama y los tópicos sin mucho que ofrecer. Este no es el caso y, a pesar de que se tiran a la basura los interesantes inicios, consigue una honra decente que es material para justificar la película pero, por desgracia, no mucho más. Cierta frescura y ligereza que no son condiciones suficientes para alcanzar un cine de altura.
Lo mejor: La definición de los personajes.
Lo peor: Falta de tensión y de ideas de un guión que avanza rápido y decae a las primeras de cambio
Levemente recomendable.
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