Título: Yi ngoi (Accident)
Año: 2.009/ 88'/ Hong Kong
Director: Pou-soi Cheang
Guión: Kam-Yuen Szeto, Lik-Kei Tang
Música: Xavier Jamaux
Fotografía: Yuen Man Fung
Reparto: Louis Koo, Richie Ren, Shui-Fan Fung, Michelle Ye
Las casualidades son algo impredecible, hasta el punto de que las hemos elevado al rango de teoría física. No podemos calcular todas las causas de una acción, por tanto, las cadenas causales entre causas y efectos no son más que ilusiones que nuestro entendimiento presta a la realidad para que parezca más reconocible, más nuestra, menos intranquilizadora.
Esto no es demasiado original, Hume se encargó de plasmar en letras esta idea que serviría como prólogo para una de las grandes obras de la ciencia y la filosofía europea, la Crítica de la Razón Pura kantiana.
Parte este película de una notable idea de guión que, a pesar de que no se le saca todo el partido que mereciera, sí que raya a una altura interesante como para no olividar la cinta una vez vista.
Aquí las causas que desencadenan hechos son controladas por un cerebro que usa a una banda de peones como actores de un gran escenario.
Cada suceso es milimétricamente orquestado para no dejar ni un resquicio al azar. El caos no tiene cabida, el hombre juega a ser dios, se mueve, actúa y planifica como un demiurgo que hace y deshace el destino a su antojo.
Pero el hombre que juega a ser dios recibe su castigo, el castigo no viene de la divinidad sino, y ahí reside el punto del guión, de la propia realidad que le juega una mala pasada haciéndole creer que él sigue controlando todos los aspectos pero, en el fondo, no es así.
Ésta es, a grandes rasgos, la enjundia de un guión que está muy bien trazado y que tiene mucha más miga de lo que realmente parece.
Los problemas vienen a la hora de rodar la historia, que el clímax y el desenlace se hacen un tanto largos y faltos del interés y el toque que tiene la puesta en escena.
No obstante, creo que los aciertos pesan mucho más que los fallos.
Los actores realizan un extraordinario papel, destacando por encima del que soporta el peso de la historia, el conjunto de secundarios que realizan un trabajo excelente.
Lo mismo cabe decir de una banda sonora atrevida y muy al pelo del guión.
En líneas generales muy interesante esta producción del siempre interesante Johnnie To.
Lo mejor: El guión, los secundarios
Lo peor: El ritmo decae en la segunda mitad.
Interesante.
Esto no es demasiado original, Hume se encargó de plasmar en letras esta idea que serviría como prólogo para una de las grandes obras de la ciencia y la filosofía europea, la Crítica de la Razón Pura kantiana.
Parte este película de una notable idea de guión que, a pesar de que no se le saca todo el partido que mereciera, sí que raya a una altura interesante como para no olividar la cinta una vez vista.
Aquí las causas que desencadenan hechos son controladas por un cerebro que usa a una banda de peones como actores de un gran escenario.
Cada suceso es milimétricamente orquestado para no dejar ni un resquicio al azar. El caos no tiene cabida, el hombre juega a ser dios, se mueve, actúa y planifica como un demiurgo que hace y deshace el destino a su antojo.
Pero el hombre que juega a ser dios recibe su castigo, el castigo no viene de la divinidad sino, y ahí reside el punto del guión, de la propia realidad que le juega una mala pasada haciéndole creer que él sigue controlando todos los aspectos pero, en el fondo, no es así.
Ésta es, a grandes rasgos, la enjundia de un guión que está muy bien trazado y que tiene mucha más miga de lo que realmente parece.
Los problemas vienen a la hora de rodar la historia, que el clímax y el desenlace se hacen un tanto largos y faltos del interés y el toque que tiene la puesta en escena.
No obstante, creo que los aciertos pesan mucho más que los fallos.
Los actores realizan un extraordinario papel, destacando por encima del que soporta el peso de la historia, el conjunto de secundarios que realizan un trabajo excelente.
Lo mismo cabe decir de una banda sonora atrevida y muy al pelo del guión.
En líneas generales muy interesante esta producción del siempre interesante Johnnie To.
Lo mejor: El guión, los secundarios
Lo peor: El ritmo decae en la segunda mitad.
Interesante.
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