Título: Design for Living (Una mujer para dos)
Año: 1.933/90' EE.UU.
Dirección: Ernst Lubitsch
Guión: Ben Hecht, Samuel Hoffenstein (Obra: Noël Coward)
Música: John Leipold
Fotografía: Victor Milner
Reparto: Fredric March, Gary Cooper, Miriam Hopkins, Edward Everett Horton
Design for Living, sin llegar a la altura de To be or not to be (Ser o No Ser/ 1.942), The shop around the Corner (El Bazar de las Sorpresas/ 1940) o de Heaven Can Wait (El Diablo Dijo No/ 1.943), es una gran película de uno de los grandes directores de la historia del cine Ernst Lubitsch. Sus comedias son de lo mejor que uno puede ver en cine y los guiones con los que trabaja siempre son inteligentes, depurados y afinados. Esas obras maestras que Lubitsch nos ha regalado y que, por desgracia, se terminaron cuando el corazón no le aguantó más mientras trabajaba, tienen su punto culminante con To be or not to be (Ser o No Ser/ 1.942) en la que realiza una sátira del régimen nazi, régimen que le quitaría a Lubitsch la nacionalidad alemana en el año 1.935.
En este caso la comedia se sitúa entre un trío de personajes bohemios cuya moralidad sería tan escandalosa para la época que la película tuvo serios problemas con la censura norteamericana (no olvidemos que Lubitsch se fue a vivir a Hollywood en el año 1.922). Escandalosas debieron ser para el momento algunas escenas en las que un joven pero ya consagrado Gary Cooper/George Curtis, junto a Fredric March/Thomas Chambers, enamoraban a dúo junto a Miriam Hopkins en su papel de Gilda Farrell.
Parece increíble que en esos años se pudiese escribir y dirigir una obra tan actual y tan feminista. Porque toda la pieza gira alrededor del personaje de Miriam Hopkins/Gilda Farrell. En un mundo todavía dominado por los dictados morales de los hombres, Lubitsch nos enseña con la naturalidad de una fresca comedia, que no ocurre nada por incorporar a las mujeres a los mismos patrones de comportamiento que los hombres han soportado durante siglos.
El cine ha ayudado a lo largo de su, todavía corta historia, a derrotar estereotipos. Las gentes del cine, en general, se han destacado por ofrecer siempre una línea crítica (piénsese en la actitud de muchos directores y actores frente a la guerra de Iraq o frente a la caza de brujas del maccarthismo de los años 50) con el poder establecido.
Design for Living, además de ofrecernos una deliciosa comedia con un grandioso Fredric March que vivió su época dorada en la década de los 30, nos permite realizar un ejercicio de tolerancia porque los personajes no aparecen como depravados u obscenos, sino todo lo contrario, son inteligentes, realizan sus sueños artísticos con éxito y asumen su situación con la normalidad que desearíamos que tuvieran todos los seres humanos frente al diferente o el extraño.
Hoy son muchos los que llaman al presente siglo el siglo de los valores femeninos y eso es algo que Lubitsch ya entrevió en el año 1.933.
Lo mejor: La valentía de una apuesta feminista y progresista realizada con suma inteligencia.
Lo peor: Pesa el origen del guión con un ritmo un tanto teatral.
Imprescindible
En este caso la comedia se sitúa entre un trío de personajes bohemios cuya moralidad sería tan escandalosa para la época que la película tuvo serios problemas con la censura norteamericana (no olvidemos que Lubitsch se fue a vivir a Hollywood en el año 1.922). Escandalosas debieron ser para el momento algunas escenas en las que un joven pero ya consagrado Gary Cooper/George Curtis, junto a Fredric March/Thomas Chambers, enamoraban a dúo junto a Miriam Hopkins en su papel de Gilda Farrell.
Parece increíble que en esos años se pudiese escribir y dirigir una obra tan actual y tan feminista. Porque toda la pieza gira alrededor del personaje de Miriam Hopkins/Gilda Farrell. En un mundo todavía dominado por los dictados morales de los hombres, Lubitsch nos enseña con la naturalidad de una fresca comedia, que no ocurre nada por incorporar a las mujeres a los mismos patrones de comportamiento que los hombres han soportado durante siglos.
El cine ha ayudado a lo largo de su, todavía corta historia, a derrotar estereotipos. Las gentes del cine, en general, se han destacado por ofrecer siempre una línea crítica (piénsese en la actitud de muchos directores y actores frente a la guerra de Iraq o frente a la caza de brujas del maccarthismo de los años 50) con el poder establecido.
Design for Living, además de ofrecernos una deliciosa comedia con un grandioso Fredric March que vivió su época dorada en la década de los 30, nos permite realizar un ejercicio de tolerancia porque los personajes no aparecen como depravados u obscenos, sino todo lo contrario, son inteligentes, realizan sus sueños artísticos con éxito y asumen su situación con la normalidad que desearíamos que tuvieran todos los seres humanos frente al diferente o el extraño.
Hoy son muchos los que llaman al presente siglo el siglo de los valores femeninos y eso es algo que Lubitsch ya entrevió en el año 1.933.
Lo mejor: La valentía de una apuesta feminista y progresista realizada con suma inteligencia.
Lo peor: Pesa el origen del guión con un ritmo un tanto teatral.
Imprescindible
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