Título: Gone Baby Gone
Año: 2.007/114'. EE.UU.
Dirección: Ben Affleck
Guión: Ben Affelck, Aaron Stockard (Novela Dennis Lehane)
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: John Toll
Reparto: Casey Affleck, Ed Harris, Morgan Freeman y Michelle Monaghan
La primera película de Ben Affleck como director ha dejado un buen sabor de boca. Se trata de un film acertado que contiene una profunda reflexión en torno a un dilema moral que el protagonista, un gran y prometedor Casey Affleck, hermano del director, debe resolver.
Esta película tuvo un seguimiento acentuado ya que se rodó y se estrenó en el momento más álgido de las noticias en torno al conocido caso de la desaparición de la niña inglesa Madeleine en las costas del Algarve portugués. Pero lo menos interesante de la cinta son las disquisiciones de la pareja de detectives que ayudan a la familia a encontrar a la desaparecida. Lo mejor del film es el principio y el final, esas partes en las que el novelista y los guionistas pretenden contarnos el porqué de la elección del personaje, elección que sustenta y justifica la historia.
El personaje central, el detective al que presta su trabajo Casey Affleck, pertenece a la comunidad en la que desapareció la niña. Una barriada golpeada por el paro, la droga y los graves problemas de cualquier suburbio de gran ciudad norteamericana. Bajo ese panorama, la desaparición de la pequeña tiene un papel de casi inevitabilidad por el comportamiento de la madre y de las personas que la rodean. El caso es que la niña ha sido raptada por quien cree que es lo mejor para ella debido al peligro que corre de acabar en cualquier tragedia. El detective debe decidir si mantiene a la niña en su nuevo entorno o la devuelve a su madre. Decide creer en su comunidad, en sus vecinos, en que las personas que conoce y que han caído, como él mismo, presas de la droga, el alcohol y la violencia, pueden proteger y educar a sus hijos. Y si no son capaces de hacerlo, siempre podrá él mismo echar una mano. Lo que pesa en la resolución de su dilema moral es la fuerza de la comunidad frente a la del individuo. Los lazos que unen a la gente frente al individuo que pretende impartir justicia por su mano.
Con los acontecimientos recientes en EE.UU., la película nos pone sobre la pista del valor de la ley y de los valores que siempre han sido sagrados en esa sociedad, la familia, la comunidad, frente a aquellos que engañan a los demás con el pretexto de que les están haciendo un favor.
Lo mejor: Casey Affleck, un sólido guión basado en la novela de Dennis Lehane y los papeles secundarios de Ed Harris y Morgan Freeman
Lo peor: El personaje de la investigadora interpretado por una sosa Michelle Monaghan. Su papel chirria y sólo se sustenta para dar mayor gravedad al dilema moral de Patrick Kenzie (Casey Affleck)
Bastante recomendable.
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