martes, 11 de mayo de 2010

Everybody's Fine (Todos Están Bien)


Título: Everybody's Fine (Todos Están Bien)
Año: 2.009/ 100'/ USA
Dirección: Kirk Jones
Guión: Kirk Jones (Remake: Giuseppe Tornatore)
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Henry Braham
Reparto: Robert de Niro, Kate Beckinsale, Sam Rockwell, Drew Barrymore

El páramo de guiones en el que está sumido el cine, principalmente el europeo y el norteamericano hace que surjan productos como éste. Parecen empeñarse en Hollywood en que, de toda película que suene a mínimamente exportable, se haga su versión más pronto que tarde. Así nace este largo a la sombra de aquella de Tornatore de idéntico título sólo que en italiano y del año 1.990, antes de ayer.
Ese filtraje que se realiza de obras que han sido concebidas de modo diferente tiene una grave sospecha, la imposibilidad de disfrutar con la diferencia. Todo se masca y se remasca para que suene a cercano, conocido, tranquilizador al fin y al cabo. Personalmente preferiría que me contaran historias diferentes en vez de buscar narrar las mismas pero de forma más próxima y con actores más cercanos a la potencial taquilla del producto.
Poniéndonos abstrusos hasta podemos entender que el aislamiento sufrido por ese gran país a tenor de las administraciones Bush pese en esta tendencia a mirarlo todo desde el interiorismo más radical. Esperamos que haya ahora una apertura en el cine ya que parece haberla en lo político.
En algunas ocasiones puede tener sentido, en otras como ésta, no se lo encuentro, sinceramente.
Al margen de estas consideraciones que me parecen que define una cultura, sociológicamente hablando, la película tiene sus sombras y sus luces.
En cuanto a las luces la fotografía de esta roadmovie de crecimiento destaca por encima del resto. Son los mejores minutos aquellos en los que la cámara se abandona en el viaje del protagonista principal por los parajes estadounidenses de belleza infinita.
La banda sonora agrada y ayuda a ese ensimismamiento psicológico que consigue acercarnos a la introspección de un personaje agradable, a veces demasiado. Robert de Niro, con sus tics y sus manías, se me antoja difícil para el papel por estar tan encasillado en otro tipo de narraciones, sin embargo, su trabajo cumple con creces lo que exige el guión.
Algunos de los secundarios están también a la altura, Sam Rockwell, al que hace poco veía en Moon de Duncan Jones, 2.009, parece un actor que si elige bien sus películas será un valor al alza.
No se puede decir lo mismo de Drew Barrymore y de Beckinsale, no son actrices que hayan hecho gran cosa, sólo con cuentagotas justifican su carrera llena de episodios malos, muy malos.
El guión tiene altibajos y parecen más firmes y completas las escenas en las que el silencio reina que en aquellas otras en las que unos diálogos que no acaban de crecer echan al traste el trabajo inicial.
La apuesta principal del guión se arruina por el esfuerzo en que el personaje principal parezca tan buena persona, tan comprensiva, tan humana, no parece tener justificación que todo el mundo esté empeñado en mentir a un personaje tan sobradamente comprensivo. Alarmante.
Claros y oscuros para una película que quizás el mayor problema que tiene es que ya se ha hecho y con resultados mucho mejores.
Lo mejor: Henry Braham
Lo peor: Drew Barrymore y Beckinsale
No recomendable






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog