Título: Machan
Año: 2.008/ 109'/ Sri Lanka
Dirección: Uberto Pasolini
Guión: Ruwanthie De Chickera, Uberto Pasolini
Música: Lakshman Joseph De Saram, Stephen Warbeck
Fotografía: Stefano Falivene
Reparto: Dharmapriya Dias, Gihan de Chickera, Dharshan Dharmaraj, Namal Jayasinghe
Película fresca donde las haya con narración ágil y muy buena dirección de la primera película como realizador del que fuera productor de The Full Monty, 1.997.
Es inusual encontrar en el cine relatos sobre desfavorecidos, y, los más, acuden allí buscando despertar conciencia. En este caso se trata de algo completamente diferente, la mirada es cercana a la comedia pero la trasciende para conseguir una narración acerca de valores. Los desposeídos que se convierten en protagonistas de esta historia real dan una lección en la pantalla acerca del compañerismo, la lealtad, el honor y el respeto.
Es, por tanto, en el terreno más difícil del que se puede hablar en cine, el de la moral, en el que este largo triunfa poniendo en pie una reflexión como hacía tiempo que no veía acerca de lo que supone vivir con unos determinados valores frente a otros. Pobres sí, pero honrados. Los lazos que se van tejiendo entre los personajes son casi imperceptibles pero dominan la sutileza de la historia hasta que nos damos cuenta que eso, realmente eso, era lo fundamental en la anécdota.
Lejos de las escenas cómicas en las que se aprovecha la situación para lograr escenas de altura en el conglomerado que representan estos veintitrés buscavidas, la película logra presentar algo mucho más difícil y necesario, que la dignidad no sabe de cuentas bancarias, que toda persona merece una oportunidad y lo difícil que resulta poner límites al viento.
La humanidad que destila el guión es muy difícil de conseguir sin caer en los recursos fáciles y plañideros en los que caen producciones con muchísimos más medios.
La sobriedad de la cinta ayuda muchísimo a conseguir sus logros. Un esmerado trabajo de actores y una interesantísima banda sonora, acaban por pintar uno de los mejores filmes que he visto últimamente.
La narración, además, marca los tiempos de una forma admirable consiguiendo mantener la tensión hasta el momento justo aprovechando los puntos fuertes de la misma.
Hubiera sido muy sencillo haber caído en el otro lado, es mérito del director y guionistas haber conseguido la destreza que se traslada a la pantalla de una forma tan armónica, sincera y abierta.
La película se lanza a tumba abierta por caminos en los que tantos y tantos largos han fracasado por un defecto en las virtudes que este film representa. Un hallazgo en toda regla que viene a representar un ejemplo más de que un buen guión hace una buena película. Sus defectos, que los hay, pasan desapercibidos porque el nivel general está a gran altura.
Lo mejor: Uberto Pasolini
Lo peor:
Muy recomendable
Es inusual encontrar en el cine relatos sobre desfavorecidos, y, los más, acuden allí buscando despertar conciencia. En este caso se trata de algo completamente diferente, la mirada es cercana a la comedia pero la trasciende para conseguir una narración acerca de valores. Los desposeídos que se convierten en protagonistas de esta historia real dan una lección en la pantalla acerca del compañerismo, la lealtad, el honor y el respeto.
Es, por tanto, en el terreno más difícil del que se puede hablar en cine, el de la moral, en el que este largo triunfa poniendo en pie una reflexión como hacía tiempo que no veía acerca de lo que supone vivir con unos determinados valores frente a otros. Pobres sí, pero honrados. Los lazos que se van tejiendo entre los personajes son casi imperceptibles pero dominan la sutileza de la historia hasta que nos damos cuenta que eso, realmente eso, era lo fundamental en la anécdota.
Lejos de las escenas cómicas en las que se aprovecha la situación para lograr escenas de altura en el conglomerado que representan estos veintitrés buscavidas, la película logra presentar algo mucho más difícil y necesario, que la dignidad no sabe de cuentas bancarias, que toda persona merece una oportunidad y lo difícil que resulta poner límites al viento.
La humanidad que destila el guión es muy difícil de conseguir sin caer en los recursos fáciles y plañideros en los que caen producciones con muchísimos más medios.
La sobriedad de la cinta ayuda muchísimo a conseguir sus logros. Un esmerado trabajo de actores y una interesantísima banda sonora, acaban por pintar uno de los mejores filmes que he visto últimamente.
La narración, además, marca los tiempos de una forma admirable consiguiendo mantener la tensión hasta el momento justo aprovechando los puntos fuertes de la misma.
Hubiera sido muy sencillo haber caído en el otro lado, es mérito del director y guionistas haber conseguido la destreza que se traslada a la pantalla de una forma tan armónica, sincera y abierta.
La película se lanza a tumba abierta por caminos en los que tantos y tantos largos han fracasado por un defecto en las virtudes que este film representa. Un hallazgo en toda regla que viene a representar un ejemplo más de que un buen guión hace una buena película. Sus defectos, que los hay, pasan desapercibidos porque el nivel general está a gran altura.
Lo mejor: Uberto Pasolini
Lo peor:
Muy recomendable
Pero si esta crítica la he validado yo hace un momentico... ¿tienes cuenta en Filmaffinity? xD
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