viernes, 13 de abril de 2012

Shame


Título: Shame
Año 2.011/ 99'/ GB
Dirección: Steve McQueen
Guion: Steve McQueen, Abi Morgan
Música: Harry Scott
Fotografía: Sean Bobbitt
Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan, James Badge Dale, Nicole Beharie, Jake Richard Siciliano, Hannah Ware, Alex Manette,  Chris Miskiewicz, Jay Ferraro, Anna Rose Hopkins, Eric Miller.


El poder autodestructivo del  personaje lo inunda todo. Parece que el guion intenta retratar a esos ejecutivos que pululan por Nueva York, los mismos que llevaron al desastre bancos y empresas en el 2008, los mismos de los que se habla en Inside Job, 2.010.
Esos ejecutivos que despreciaban a sus clientes y que utilizaban el mundo como un gran parque de diversiones. Entre esa jungla el personaje de Shame sufre de autodestrucción, de adicción a un tipo de sexo, aquel que parece furtivo, prohibido, desconocido. Poco a poco, esa fiebre consume al personaje de manera que nada es igual, no puede escapar. Su descenso a lo más profundo de uno mismo, recuerda a aquellos románticos que escribían y pitaban desde los límites. El individuo comienza a perderse, entonces, ya no se es dueño de las propias emociones ni límites, la adicción lo consume todo, se vive para y por.
Brandon se autodestruye y con él a quienes ama. Por mucho que se corra, jamás se escapará de uno mismo.
Esa destrucción parece venir de un nihilismo pasivo ante la vida que no provoca mayores emociones intentando, al fin, encontrarlas en esa propia aniquilación de uno mismo. No hay más.
Nos enfrentamos, por tanto, como una exploración de los propios límites hasta el momento en que las fronteras ya no existen porque las reglas del juego se han trastocado.
Lo que McQueen pone encima de la mesa es un síntoma de una civilización, de un modo de vida.
McQueen logra conseguir cine de verdadera altura a través de este viaje con planos verdaderamente soberbios y una banda sonora que ocupa el lugar del guion en muchos minutos.
No se puede hablar de esta película sin mencionar el trabajo de Michael Fassbender, un trabajo excepcional. Carey Mulligan sigue destilando esa misteriosa fragilidad que ya tenía en la excelente Drive, Winding Refn, 2.011.
La banda sonora es la mitad de la película.

Lo mejor: Michael Fassbender y Carey Mulligan
Lo peor:
Recomendable

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores