lunes, 8 de octubre de 2012

W ciemnosci (In darkness)


Título: W ciemnoski (In darkness)
Año: 2011/ 144'/ Polonia
Dirección: Agnieszka Holland
Guion: David F. Shamoon (Libro: Robert Marshall)
Música: Antoni Komasa Lazarkiewicz
Fotografía: Jolanta Dylewska
Reparto: Robert Wieckiewicz, Benno Fürmann, Agnieszka Grochowska, Maria Schrader, Herbert Knaup, Marcin Bosak, Krzysztof Skonieczny, Milla Bankowicz, Oliwer Stanczak

Buena película que se centra en los esfuerzos titánicos de algunos héroes por ayudar a sus semejantes a escapar de la orgía de odio y barbarie que, de vez en cuando, sacude la faz de la tierra. En este caso, durante la ocupación alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial y la persecución de los judíos que allí se produjo, un trabajador de las alcantarillas de la ciudad salva y cuida a algunos de ellos de la muerte. Lvov es una de las ciudades tristemente famosas por el genocidio nazi y, posteriormente, por la ofensiva del ejército rojo. Allí hubo fusilamientos en masa, y un ghetto que se desmantelará con el objetivo de aniquilar a sus ocupantes.
La película narra cómo algunos de ellos pudieron salvarse gracias a la acción de un polaco que aprender, en sus propias carnes que los seres humanos somos todos iguales.
La calidad del reparto y la brutalidad de la historia ayudan a que el espectador apenas pueda apartar la mirada de la pantalla. 
Un metraje bastante largo que bien pudo ser recortado para ganar cierta intensidad en algunos momentos en los que hubiera sido necesario un mayor ritmo afea algo el resultado final. De todos modos son pequeños defectos que a una cinta como ésta, por su carácter educativo, habría que pasar por alto.
Es necesario que guiones como éstos recuerden en qué nos podemos convertir, incluso aquellos que se sienten mejores como supuestas cunas de la civilización.
Habría que recordar estos episodios recientes de nuestra historia para que nos demos cuenta de que el nacionalismo, lleve la bandera que lleve, no es una más que una religión sinsentido que pretende hacernos creer que somos mejores por haber nacido aquí o allí. No sólo un absurdo sino una tremenda barbaridad.
No podemos ni debemos olvidar qué es lo que llevó a los alemanes a este paroxismo en el siglo pasado, ni más ni menos que creerse superiores. Cualquier nacionalismo es malo, pongamos el nombre que pongamos no deja de ser puro racismo disfrazado, irónicamente, de ciertos tintes progresistas en algunos casos. Paranoico.
Esta película nos recuerda cosas tan elementales como esas. Y nos hace ver cómo la razón es el mejor antídoto contra ideas tan estúpidas como las nacionalistas, nos hace ver cómo la razón sí que puede cambiar a las personas y llevarlas a cometer actor tan heroicos como los que aquí se narran.

Lo mejor: El reparto
Lo peor: Demasiado larga
Recomendable.


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