viernes, 7 de mayo de 2010

Tony


Título: Tony
Año: 2.009/76'/ Reino Unido
Dirección Gerard Johnson
Guión: Gerard Johnson
Música: The The, Matt Johnson
Fotografía: David Higgs
Reparto: Peter Ferdinando, Frank Boyce, Lorenzo Camporese, Cyrus Desir

A menudo las películas de este estilo son justificables porque presentan una trama interesante en la que se juega al gato y al ratón entre los distintos caracteres, porque existe un personaje tan impactante que llena el guión o, por último, por el análisis psicológico de la situación.
En este caso no hay ninguna de las tres cosas. Pero tampoco se puede decir que por culpa de esas carencias la película sea un fiasco.
Lo es por otras cuestiones. Pero comienzo por las cosas buenas.
La banda sonora es interesante y mantiene el interés más allá de lo que sucede en la pantalla. Peter Ferdinando realiza un trabajo sin estridencias y saca a su personaje más petróleo del que a simple vista parece. Interesante.
La labor de montaje tiene un deje a documental que viene al pelo al tema a tratar y a la forma en la que se aborda el mismo.
Pero hay un grave problema de estructura en este guión. Se nos quiere contar una historia descarnada, fría y sórdida sobre un asunto impactante y que no puede dejar a nadie tranquilo en su asiento. Los problemas surgen precisamente de la elección del tono que elige el guión y la cámara, que coinciden en perspectiva.
La medida de una narración y no de otra, tiene que estar condicionada porque se quiere contar algo, se pretende tener algo que decir y ese algo se pone en imágenes y en palabras, en el caso del cine. Se nos hace muy difícil saber qué es lo que se quería contar en esta ocasión. Y no se trata de que estemos hablando de física teórica postmoderna ni mucho menos.
Este huequismo me parece que atiende más a una falta de ideas que a un estudiado énfasis en la carencia de emociones. Un ejercicio de pseudointelectualismo que tiene la virtud de la parquedaz pero poco más.
Faltan elementos narrativos, falta implicación del guionista y estructura de película. Falta mucho cine en este ejercicio poemaico del feísmo. La taquilla dictará que el tema ha hecho caja, pero no es como para estar contentos porque, si fuera mía, pasaría un auténtico calvario a la hora de la justificación de la cinta más allá del oportunismo.
A menudo me enfrento a películas que serían buenos cortos y han dado malos largos, me temo que Tony es uno de ellos.

Lo mejor: La banda sonora
Lo peor: No alcanza a desarrollarse como película
No recomendable.



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