martes, 24 de marzo de 2009

Stalag 17


Título: Stalag 17 (Traidor en el Infierno)
Año: 1.953/ 120' EE.UU.
Dirección: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder & Edwin Blum (Teatro: Donald Bevan & Edmund Trzcinski)
Música: Franz Waxman
Fotografía: Ernest Laszlo
Reparto: William Holden, Don Taylor, Otto Preminger, Robert Strauss

Adaptación de una obra de teatro de éxito en Broadway y que utilizó a algunos actores de los que, originalmente, realizaron la pieza teatral. La acción transcurre en un campo de prisioneros de guerra alemán (Stalag) y, con pequeñas excepciones, es el barracón 17 el centro de la trama.
La literatura sobre campos de concentración en la Alemania nazi, trata, con frecuencia, del papel de los sobrevivientes en estos campos donde las condiciones, como se sabe, eran mucho más duras que en los destinados a prisioneros.
Muchos de los sobrevivientes eran personas con pocos escrúpulos que sacaban el máximo rendimiento de la situación y que, a menudo, su buena suerte se cimentaba sobre la mala suerte de sus compañeros.
El personaje central del largo de Billy Wilder encaja en este rol, por lo menos en el modo en el que es esbozado el personaje en la primera hora de largo. Una persona que intenta salvarse a sí misma sin importarle lo que pase más allá de ese supremo interés.
Pero en esta ocasión, por un giro del guión, este personaje, muy bien interpretado por William Holden, se convierte en el héroe de la historia. Este giro del guión junto a la atención que centra en secundarios excéntricos, hace que la película se pueda considerar una comedia. Aunque situar una comedia en tales circunstancias pueda parecer frívolo, también es cierto que en los primeros años de la década de los cincuenta, el clima general con respecto a lo que había pasado en Alemania entre el 39 y el 45 era más bien de olvido. Esa intención por olvidar se observaba, por ejemplo, en la poca diligencia que mostraban los tribunales alemanes para juzgar a los criminales de guerra.
Es normal, por tanto, que surgieran guiones que ya frivolizaban un tanto con el horror pasado. Billy wilder consigue un tono de comedia que alcanza el punto culminante con el final feliz que tiene la historia.
De todos modos, sirve la película para dejar entrever la idea de lo que debía ser un campo de estas características en manos de seres que consideraban a los no arios como inferiores. Hay que destacar la aparición de Otto Preminger en el papel del Comandante del Campo von Scherbach. Este casi cameo del director austríaco nos deja, también, entrever cómo eran las relaciones entre los oficiales dentro de la Wehrmacht. Cómo las decisiones eran tomadas de una forma arbitraria si una cadena de mando fija en la que los oficiales querían ganarse ante todo la atención de Hitler.
La película atiende muy bien a estos pequeños detalles que podrían escaparse, como decía, dentro del tono general de comedia elegido.
Un buen largo en el que una interpretación casi coral ayuda a desarrollar una historia interesante basada en un excelente guión. La pieza teatral está muy presente y, al haber conservado la esencia de la misma, mantiene el clima de claustrofobia y las condiciones de un stalag.
Lo mejor: El guión y William Holden
Lo peor: El tono de comedia despista de asuntos secundarios importantes
Recomendable.

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