martes, 17 de agosto de 2010

Sorry, Wrong Number (Voces de Muerte)


Título: Sorry, Wrong Number (Voces de Muerte)
Año: 1.948/89'/ USA
Dirección: Anatole Litvak
Guión: Lucille Fletcher
Música: Franz Waxman
Fotografía: Sol Polito
Reparto: Barbara Stanwyck, Burt Lancaster, Ann Richards, Wendell Corey

Cuando un guión es sólido, pasan estas cosas, todo casa como en un reloj. Son interminables las buenas películas que Anatole Litvak ha dirigido pero, probablemente, ésta sea una de las mejores. En esta producción nos encontramos todos los elementos necesarios para una gran película de cine negro.
Algo frecuente en este tipo de género y que ha sido un elemento en los intentos modernos para imitarlas (por ejemplo en Match Point, Woody Allen 2005) es la diferencia social entre víctimas y verdugos. Estados Unidos ha sido, secularmente, un país donde esas diferencias se trangreden con facilidad, sin embargo ha habido por parte de ciertos sectores de esa sociedad, la necesidad por apartarse del común de los mortales. Barbara Stanwyck realiza un excepcional trabajo en la acomodada y singular hija de un magnate farmacéutico que recibe un castigo que el guión nos hace pensar si merecido o no.
La narración es singularmente acertada, existe una claustrofobia asfixiante en el modo en el que la protagonista va tirando del hilo de la madeja desde su propia habitación.
Los flash back son magistralmente usados para descargar la tensión y poner el contrapunto necesario que, además, maneja los ritmos con acierto.
Existe otro factor que no se puede pasar por alto y que es algo común en los guiones de esa época y son las referencias psicoanalíticas debido al impresionante éxito de las teorías de Freud por aquellas alturas.
El verdadero protagonista de la tensión es el teléfono, usado por todos los protagonistas de la película se convierte en el motor y en el nexo de unión de todos los personajes, los equívocos al teléfono, la despersonalización de las relaciones sociales con la entrada de mecanismos que sustituyen el cara a cara es una nota importante en el film. Las conversaciones que mantiene la protagonista a través del aparato dan cuenta de esa angustia por no poder tener toda la información ya que el aparato aleja más que acerca.
Las relaciones entre hija, padre y yerno recuerdan a los westerns en los que el terrateniente de cabezas de ganado peleaba porque su fortuna no cayera en manos de indeseables.
Otro atractivo de este gran guión es el juego de cazador cazado que establece unas curiosas tensiones entre el espectador y la narración, no existen maniqueísmos fáciles y los personajes son lo suficientemente vivos como para tener variados, humanos y creíbles registros. Para mí éste es el mayor acierto de Fletcher porque consigue humanizar sus personajes hasta límites inalcanzables para los guiones actuales.
Lo mejor: El guión
Lo peor: Algún secundario que otro no está a la altura
Muy recomendable.



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