jueves, 23 de febrero de 2012

Dobro pozhalovat, ili postoronnim vkhod vospreshchyon (Bienvenidos o prohibida la entrada a los extraños)


Título: Dobro pozhalovat, ili postoronnim vkhod vospreschchyon (Bienvenidos o prohibida la entrada a los extraños)

Año: 1.964 / 74'/ URSS
Dirección: Elem Klimov

Guion: Semyon Lungin, Ilya Nusinov
Música: Mikael Tariverdiyev, Igor Yakushenko
Fotografía: Anatoli Kuznetsov
                    Reparto: Evgeni Evstigneev, Arina Alejnikova, Ilya Rutberg, Lidiya Smirnova, Aleksei Smirnov, Nina Shatskaya, Viktor Kosykh, Yuri Bondarenko, Lidiya Volkova, Tatyana Barysheva.


Entrañable película que hay que leer en clave de parodia a un modelo de sociedad; sátira inteligente y adelantada a su época que utiliza un campamento de niños para hacer sangre de aquellos que se empeñan en controlarlo todo y ordenarlo todo.
Bajo las órdenes y preceptos de carácter marcial, se impone la vitalidad de unos niños que la única regla que conocen es la de la felicidad. 
A pesar de vivir en un régimen de tales características, la camaradería y la solidaridad se imponen en el campamento y aquellos que se pliegan a los dictados del poder, encontrarán la horma de su zapato.
Las familias comprenderán y acatarán que, por encima de las reglas, se impone la manera de disfrutar de los niños, incluso, en un guiño a la galería, el hombre importante cercano a Moscú, se pone del lado de los niños  relajando los códigos y las conductas.
La película derrocha frescura y momentos muy Tati pero con un lenguaje original y personal que se trasluce en la manera en la que están narradas las diferentes anécdotas.
A lo largo del metraje se destila la visión de que el hombre en el campo, ajeno a las triquiñuelas y zancadillas políticas de la ciudad es donde se encuentra realmente a sí mismo. La naturaleza que rodea y permea el campamento muestra esa idea tan rousseauniana del buen salvaje, ajeno a ese adoctrinamiento tan férreo de las dictaduras, sean del color que sean.
El uso de actores no profesionales y las escenas multitudinarias acaban ahondando en esas premisas.
Dentro de la vitalidad que caracteriza al largometraje, los caracteres en los que se definen los niños y los cuidadores están muy bien esbozados. Con apenas unos retazos existen verdaderos personajes, algo muy difícil de conseguir.
Muy teatral y efectiva.

Lo mejor: El guion
Lo peor: Lo mejores momentos de comedia se ven alterados con otros menos brillantes.
Recomendable


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