lunes, 13 de febrero de 2012

La bella gente


Título: La bella gente
Año: 2.009/ 98' /  Italia
Dirección: Ivano De Matteo
Guion: Valentina Ferlan
Música: Francesco Cerasi
Fotografía: Duccio Cimatti
Reparto: Monica Guerritore, Antonio Catania, Victoria Larchenko, Iaia Forte, Myriam Catania, Elio Germano, Giorgio Gobbi


Simple y poderosa trama que pone el dedo en la llaga de uno de los problemas más graves de la sociedad actual, la hipocresía. Hipocresía de unas personas que pretenden hacer lo que sus conciencias les dicta pero que no se dan cuenta de que el compromiso y la autenticidad no son una cuestión de momentos sino de compromisos diarios, casi constantes.
Ayudar a alguien consiste en no esperar nada a cambio, ni siquiera el más mínimo agradecimiento, consiste en cuidar las necesidades del otro a pesar de las de uno mismo. En el momento en el que uno espera una contrapartida, un retorno, la acción queda estropeada, anulada por nuestro propio interés.
Una vez más, la pregunta que cabe hacerse en el visionado de la última película de Icíar Bollaín, Katmandú, cabe hacérsela aquí, ¿realmente a quién se pretende ayudar, a quién beneficia todo esto?
La terrible historia de esta producción, al igual que L'ultimo terrestre de Paccinotti, se plantea los problemas de una sociedad en la que los valores no acaban de funcionar, donde los prejuicios de clase acaban pasando factura y convirtiendo la situación en peor de lo que era, profundamente más dramática.
La habilidad de La bella gente es que cualquera se puede ver reflejado en cualquier personaje, que las buenas intenciones no siempre son lo suficiente ni lo necesario. Lo que hace falta es la autenticidad.
Los problemas quizás vengan porque no parece haber ningún personaje que padezca de un algo de humanidad, pero, en el fondo, ¿la realidad sería muy distinta?
Es muy difícil hacer cine en el que el centro de la narración lo ocupa una reflexión moral, muy difícil porque es fácil caer en la parodia, en la moralina y estropear lo que se quería contar. La bella gente consigue mantenerse del lado del buen cine ayudado por un reparto interesante en el que la pareja protagonista consigue los mejores momentos y cuya naturalidad es lo más brillante de la película.
Cine para sentir y pensar, cine que no nos deja escaparnos sin preguntarnos a nosotros mismos qué haríamos en esa misma postura.
Brutal escena final

Lo mejor: Antonio Catania y Monica Guerritore
Lo peor: Desigualdad de ritmo
Recomendable



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